En 1999, José Miguel Narváez, dictaba cátedra antimarxista en los batallones del país. Era uno de los ideólogos más potentes de la extrema derecha. Era el puente entre muchos funcionarios y políticos con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
José Miguel Narváez le hablaba al oído a Carlos Castaño y a Salvatore Mancuso. Era tal la ascendencia que le llevaba listas de personalidades colombianas sospechosas de apoyar a la subversión.
En una de esas listas estaba Jaime Garzón, en otra Gustavo Gallón, quien entonces era el Director de la Comisión Colombiana de Juristas y denunció por lo menos 1.500 de los asesinatos perpetrados por las Autodefensas cuando estaban en el proceso de sometimiento durante el gobierno Uribe.
Veinte años después, en una audiencia ante la Jurisdicción Especial de Paz (JEP), el comandante del Bloque Norte, Salvarore Mancuso, reconoció que recibió presión de Narváez para asesinar al abogado.
Escuchar esa noticia sobre la declaración de Mancuso sorprendió a Gallón en Ginebra, ciudad a la que llegó el pasado 22 de diciembre para asumir el cargo de embajador de Colombia en Suiza, designado por el presidente Gustavo Petro.
El 8 de febrero de 2021, la Corte Suprema de Justicia dejó en firme la condena de José Miguel Narváez quien, durante el primer periodo de Uribe, fue nombrado Subdirector del DAS. La Corte encontró suficiente evidencia para mantener los 29 años de cárcel que le habían dado por el asesinato de Jaime Garzón.
Dos de las cuatro sesiones de la Audiencia Única de Verdad de Mancuso, que son la última oportunidad del excomandante paramilitar para poder entrar a la JEP y ofrecer su verdad a las víctimas, se realizarán los días lunes 15 de mayo a partir de las 8 de la mañana y se extenderá hasta el próximo 17 de mayo.
También le puede interesar: Mancuso trabajaba de la mano de policías y militares: nuevas revelaciones