La expansión y fortalecimiento del ELN es evidente. Desde que las Farc dejaron las armas la guerrilla comandada por Gabino tomó control de un buen número de bastiones que históricamente habían estado en manos de las Farc. Y ese poder lo quieren ejercer ahora con la declaración de un nuevo paro armado a nivel nacional desde el 14 de febrero hasta el 17 de febrero por parte del Comando Central. El comandante Uriel, que tiene control de buena parte del departamento del Chocó y es la voz sonante del Frente de Guerra Occidental comandado Fabián, es uno de los hombres de la guerrilla que más poder ha adquirido en el último tiempo. Hoy el ELN tiene una guerra sin tregua con el Clan del Golfo por los territorios en Chocó y Antioquia donde antes los frentes 57 y 34 de las Farc ejercían control.
Según el más reciente informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), ¿Qué hacer con el ELN? Opciones ante una derrota militar lejana y un diálogo improbable, solo en 2017 la guerrilla aumentó sus integrantes en por lo menos 1.000 combatientes. Actualmente, según los informes de la Fuerza Pública, el ELN tiene entre 4.000 y 5.000 milicianos.
Sin embargo, su fortalecimiento no se traduce en un mayor número de acciones armadas contra el Ejército o la población. “Más que una estructura militar de grandes dimensiones —como eran las FARC—, en algunos territorios el ELN está conformado por múltiples redes que desempeñan labores de inteligencia y de pequeña escala”. La influencia de la guerrilla se hace latente en regiones como el sur del Cauca y el llamado Arco Minero del Orinoco (Arauca, Vichada, Guainía y Venezuela). Efectivamente, donde estén los recursos naturales, ahí estará el ELN haciendo presencia. Hace tan solo una semana el comandante Lenin, del Frente de Guerra Oriental que controla el Arco Minero del Orinoco, publicó un comunicado en video en el que ofrecía una tregua contra toda la infraestructura petrolera y minera a cambio de siete peticiones entre las que se exigía bajar el precio de la gasolina y sacar a todas las multinacionales de la región.
Venezuela se ha convertido en la mejor retaguardia del ELN que tiene presencia en la frontera. Inteligencia militar denunció la colaboración del régimen de Nicolás Maduro a la guerrilla al no perseguirlos en su territorio sabiendo dónde se refugian.
El ELN tiene presencia en 7 de los 10 municipios con mayor número de cultivos de coca del país. Algo similar sucede con las regiones mineras y petroleras. Estos tres recursos se han vuelto el principal motor económico de la guerrilla, que espera poder ejercer su fuerza y poder con el paro armado en las regiones donde tiene presencia.
Este es el informe completo de la FIP, que además hace cinco recomendaciones entre las que se encuentra fortalecer la implementación del proceso de paz, principalmente los PDET, replantear las relaciones con Maduro y no darle largas a una posible exploración para retomar un diálogo con la guerrilla:
