El Ejército quiere garantizar que las dos aeronaves ucranianas Antonox AN-32A sigan funcionando. Estas eran propiedad de narcos y que tras un proceso de extinción en 2008 y 2010, respectivamente, pasaron a manos estatales. Así lo informó el analista Erich Saumeth Cadavid -del portal Info.defensa- que también asegura que el contrato de 1.3 millones de dólares le fue dado a la empresa Aercaribe Servicios Técnicos Aeronáuticos que se encargará del mantenimiento a las aeronaves que cuenta con una tripulación para cinco personas cada una.
Estas aeronaves fueron usadas especialmente durante la pandemia para transportar ayuda humanitaria y actualmente se encuentran en el Batallón de la Aviación N. 1.