Con una vida de lujos, ‘Memo Fantasma' se movía como todo un empresario entre apartamentos, edificios, parqueaderos, fincas, casas y bodegas ubicadas principalmente en Medellín y Bogotá. Dentro de los 46 bienes que identificó la Fiscalía, avaluados en más de $ 50 mil millones de pesos, está el edificio Torre 85, ubicado en la carrera 14 con 85 en Bogotá, un proyecto liderado por Álvaro Rincón y su firma de arquitectos. Guillermo Acevedo -Memo Fantasma- quien acaba de ser detenido por la Fiscalía, invirtió en el fideicomiso del proyecto y terminó recibiendo varias oficinas en el lujoso edificio.
En el 2020, ‘Insight Crime’ sacó a la luz los negocios que tuvo alias ‘Memo fantasma’, entre los que estaba el proyecto inmobiliario de la firma Hitos Urbanos de propiedad de Álvaro Rincón. La revelación lo puso a dar explicaciones en los medios, incluida su esposa, la vicepresidenta Martha Lucia Ramírez quien dio la cara defendiendo el buen nombre familiar y la trayectoria como constructor, expresó incluso la intención de denunciar al periodista y codirector de InSight Crime, Jeremy McDermott, de origen norteamericano quien estaba detrás de la investigación. Finalmente desistió.
La investigación aseguraba que la empresa principal de Memo, ACEM, se había establecido en 2007 en Bogotá y entre sus inversiones punta de lanza fue la Torre 85, de lujosas oficinas, para la cual aportó el lote y a cambio del cual recibiría varias oficinas que quedarían a su nombre. Las indagaciones llevaron a revelar que la firma que había gestionado el desarrollo y la construcción de Torre 85 era Hitos Urbanos Limitada, una empresa fundada el 27 de agosto de 2003 y cuyos accionistas eran Álvaro Rincón, su esposa Marta Lucía Ramírez y su hija.
En su momento Rincón le dio la siguiente explicación a Insight Crime: “Vino a nuestras oficinas y se presentó como un ganadero que quería incursionar en el sector inmobiliario, no era socio; él puso las propiedades y a cambio recibió algo de dinero y algunas de las oficinas cuando se terminó el proyecto”.
La vicepresidenta entró a terciar en los medios. Dijo que en el año 2006 Hitos Urbanos recibió la oferta de un lote por parte de Acevedo para desarrollar un proyecto inmobiliario. Aseguró que la firma hizo las investigaciones pertinentes e incluso, el entonces director de inteligencia de la Policía, coronel Óscar Naranjo, ayudó en la búsqueda que no arrojó ninguna información que cuestionara al señor Acevedo. Entre lágrimas, Martha Lucía Ramírez insistió que nunca existió relación familiar con Guillermo Acevedo y que nunca lo recomendó al colegio Nueva Granada para matricular a sus hijos, a decir del trabajo de Insight Crime.
La historia seguía y con más implicados. Las propiedades, una serie de pequeñas casas, fueron adquiridas por Memo en la misma cuadra a nombre de diferentes personas, presuntamente su madre y su abuela, quienes también fueron detenidas como presuntas testaferros en una operación de blanqueo de dinero proveniente del narcotráfico, según la acusación de la Fiscalía. Estas propiedades fueron más tarde agrupadas como parte del acuerdo de desarrollo del proyecto que se convirtió en la Torre 85. Durante su audiencia, el Fiscal aseguró que ‘Memo Fantasma’, en el proyecto torres 85, contó con una participación del 45 % “junto con otros dos señores que no son objeto de este proceso y por los cuales me voy a reservar el nombre”. La situación judicial de Acevedo –Memo Fantasma- traerá de regreso la polémica del Edificio Torre 85 que le ha quitado el sueño a todos en la familia Rincón-Ramírez.
El historial delictivo que presentan las autoridades de ‘Memo fantasma’ es complicado. Lo señalan como uno de los fundadores del sanguinario Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia, así como el Libertadores del Sur, quien supo mimetizarse en el mundo empresarial. Detrás de sus millonarios recursos de inversión lo que había, según las autoridades, era una aparato financiero para lavar activos de las AUC que operó desde el 2005 hasta el 2020, en el que involucró a su mamá Margot Giraldo Ramírez, y a su abuela, María Enriqueta Ramírez. Ambas están acusadas por la Fiscalía del delito de testaferrato y tendrán que explicar el origen de $1.600 y 1.300 millones de pesos que estarían a su nombre. El pomposo edificio levantado en uno de los más valorados ejes comerciales y residenciales de Bogotá sigue siendo un fantasma que persigue a la vicepresidente.
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