El abogado austriaco Volker Turk estuvo poco más de un año como Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, cargo al que llegó el 17 de octubre de 2022 después de haberle dedicado gran parte de su vida a la organización, especialmente a la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). Justamente, fue esa oficina la que lo envió a Gaza en la década de los 90 como Consejero de Derechos Humanos y allí pudo ser testigo de primera mano de una situación que treinta años después se ha agudizado.
Volker Turk calificó lo que está pasando en Gaza como un genocidio y aseguró que la ONU, organización en la que trabajaba, no tiene un poder real para detenerlo. Al considerarlo un asunto personal para él, al haber estudiado de primera mano el conflicto desde sus épocas de estudiante y al haber llevado a cabo misiones humanitarias en Palestina, decidió dar un paso al costado, pero no sin antes asegurar que países como Estados Unidos, Reino Unido y varios de Europa son cómplices de la barbarie y que están irrespetando los Convenios de Ginebra.
El ahora exfuncionario en su carta hace un mea culpa y palabras más, palabras menos, dice que hemos fallado en nuestro deber de cumplir el mandato de prevenir las atrocidades masivas, proteger a los vulnerables y pedirles cuentas a los perpetradores.
Esta fue su carta de renuncia como Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la ONU:
Dimite el director de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Nueva York en protesta por la gestión de la ONU de la situación en Gaza. “Es un genocidio de libro”, asegura. pic.twitter.com/xtMM8uf95v
— Helena Villar (@HelenaVillarRT) October 31, 2023
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