El cuestionado contratista, Emilio Tapia, acusado de participar en el entramado de corrupción entre Centros Poblados y el ministerio de las TIC en el que se perdieron 70 mil millones de pesos, y el empresario Carlos Mattos, en líos con la justicia por un presunto soborno a funcionarios en el caso Hyundai, tienen un abogado en común: Alejandro Felipe Sánchez.
Mattos y Tapia le dieron su confianza al penalista nariñense, que aunque no es el tradicional abogado que moja prensa, se ha hecho una carrera a pulso a su corta edad. Estudió derecho en la Universidad de Nariño, se especializó en la Nacional y tiene un doctorado en derecho en la Universidad El Externado. Fue conjuez de la Corte Suprema de Justicia. Sin embargo, entre sus litigios más sonados resalta el caso del gobernador del Cesar, Luis Alberto Monsalvo. Sánchez logró lo impensable: absolverlo de 5 años de cárcel y devolverlo a la Gobernación.
Ahora, Sánchez deberá preparar la defensa con sus clientes Emilio Tapia Carlos Mattos, ambos recluidos en la cárcel La Picota.
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