De acuerdo con Fenalco, en 2020 existían en Colombia cerca de 266.000 tiendas de barrio. El gremio trabaja en iniciativas para evitar cierres de estos establecimientos.
A pesar de que los problemas macro son el dolor de cabeza de los Gobiernos y empezar la reactivación es prioridad, existen factores que afectan la economía del día a día en la población. Sitios como tiendas de barrio, zapaterías, fruvers, lavanderías, droguerías y pequeños supermercados también han sufrido los efectos de la pandemia y de los toques de queda, y se han acomodado a las nuevas circunstancias.
En Barranquilla y en Soledad, Atlántico, los tenderos se han visto afectados por los constantes toques de queda, impuestos todos los fines de semana, requeridos por las autoridades de salud y policial para “frenar” el aumento de contagios por covid-19.
El señor Antonio Medrano, un barranquillero que ha dedicado 23 de sus 52 años de edad al comercio, nos manifiesta que desde que llegó la pandemia al país y el gobierno nos sometió en cuarentena durante seis meses hasta la fecha ha tenido en su negocio una pérdida de más de 6.000.000 millones de pesos en ventas.
El señor Toño, como es conocido, administra su tienda en el barrio los Robles de Soledad en compañía de su esposa Claudia de Medrano, quienes afirman que las ventas se reflejan más en los famosos “fiados o vales” que de contado. Esto los perjudica porque con el incremento de los precios de la canasta familiar, no pueden ir al mercado a hacer sus compras para surtir la tienda, porque, por ejemplo, el valor del cartón de huevos es de 12.000 pesos, las carnes rojas, el aceite y otros productos básicos sus precios están por las nubes.
Toño aprovechó para hacerle una invitación al gobierno nacional, pidiéndole que mirara la manera de mejorarle la situación, no solo a él, sino a sus compañeros y colegas tenderos, en que todos puedan trabajar sin afectaciones económicas, ya que son personas independientes que necesitan estabilidad para sacar adelante sus respectivos negocios y familias, así poder hacer sus aportes de impuestos y pagos de servicios públicos puntuales. Finalizó pidiendo unas series de medidas para que los ciudadanos puedan hacer sus compras en las tiendas de sus barrios, sin verse perjudicados.