Son muchas las dudas que hay todavía sobre los perfilamientos y seguimientos ilegales que venía adelantado el Ejército contra periodistas, políticos, opositores y hasta integrantes del propio gobierno Duque. Aunque el ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo quiso adelantársele al escándalo al remover a varios oficiales de alto rango, no fue suficiente para eludir el debate público que ahora se trasladó al Congreso de la República.
Las comisiones segundas del capitolio enfilaron baterías y citaron a un debate de control político para este miércoles a las 9 de la mañana al ministro Trujillo, a la ministra del Interior, Alicia Arango; al comandante del Ejército, el general Eduardo Zapateiro; al comandante de las Fuerzas Militares, general Luis Fernando Navarro; al Jefe del Departamento Conjunto de Inteligencia y Contrainteligencia, Coronel Milton Fajardo Guevara; al Director General Nacional de Inteligencia, Almirante Rodolfo Amaya Kerquelen.
Al Congreso no le interesa saber únicamente quién dio la orden de adelantar las interceptaciones ilegales, y por eso le entrará a un punto clave que sí pone nervioso al gobierno: el manejo de dineros de cooperación extranjera en este tipo de operaciones. Por eso, Trujillo deberá aclarar cómo se usan esos recursos. Y es que Colombia recibe grandes recursos por parte de Estados Unidos para la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo, pero cinco periodistas norteamericanos terminaron chuzados con esos dineros, algo muy delicado para los estadounideneses. Ya senadores demócratas como Patrick Leahy, quien aseguró que se debe revisar la colaboración norteamericana al ejército colombiano.
Otro punto que le interesa al Congreso es la información que tenía el general (r) Nicacio Martínez. ¿Qué tanto sabía y si cuando dejó la comandancia del Ejército entregó algún informe o hizo algún empalme frente a estas acciones de seguimientos?
Ni el ministro de Defensa ni los demás funcionarios la tendrán fácil en el Congreso, aunque definitivamente que el debate se lleve de manera virtual sin duda cambiará el ritmo de la discusión. Por el momento, y aunque se anunciaron investigaciones, no existe ningún indicio de que se pueda saber quiénes dieron la orden y con qué fin:
