El duro camino que le espera a Colombia en la eliminatoria

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Es claro que la eliminatoria suramericana tiene un nivel muy alto. Todos los equipos, con excepción de Bolivia, cuentan con jugadores y técnicos de las más apreciables características, con amplia experiencia nacional e internacional y con un estilo de juego definido y de gran deleite y/o garra.

La primera fecha de la eliminatoria dejó claro que hoy en día no hay equipo chico en Suramérica. El histórico triunfo de Ecuador en el Monumental de River demuestra con creces que la experiencia adquirida por los seleccionados de esta parte del planeta ha aumentado considerablemente la competitividad.

A propósito de ese triunfo, la siempre curiosa y pertinaz historia del fútbol nos cuenta que sólo tres equipos han ganado en territorio gaucho por eliminatorias y que los tres vestían camiseta amarilla: Colombia fue el primero de ellos, en aquel mítico 0-5 del Pibe Valderrama y compañía.

Luego fue Brasil, el eterno rival, quien en el estadio mundialista Gigante de Arroyito (sí, el que construyó Videla, la casa del Canaya Rosario Central, equipo del Ché Guevara) se llevó los tres puntos con un certero 1-3.

Y para terminar la historia, de nuevo en Núñez, un equipo de amarillo, azul y rojo despertó los fantasmas del Pibe: Ecuador anotó dos goles y los gauchos se quedaron en 0.

Pero bueno, haré un breve repaso de lo que considero es el ranking de esta apretada eliminatoria en donde los dos grandes -Brasil y Argentina- empezaron con derrota.

Chile: La selección chilena es, hoy día, el mejor de los equipos del continente. No por mucho, pero es el equipo que ha mantenido un mismo estilo de juego desde hace años (Bielsa-Borghi-Sampaoli) y cuenta con un nivel superlativo de sus grandes figuras (Alexis Sánchez -Arsenal, Arturo Vidal -Bayern München, Claudio Bravo -Barcelona y Gary Medel -Inter de Milán, todos equipos de élite mundial).
Su estilo de juego es incisivo, frontal y de alta velocidad. Sus volantes de segunda línea, el Mago Valdivia y Matías Fernández funcionan como el engranaje perfecto de esa máquina de alta velocidad que es la campeona de América. Al inicio del clasificatorio para el gélido mundial, Chile se presenta como el mejor equipo del continente.
Argentina: Sin Messi pareció no funcionar, pero sus jugadores de sobra se saben que cuentan con las más excelsas capacidades y compitiendo en los mejores equipos del mundo. La falencia del equipo del rosarino Tata Martino parece ser no haber encontrado la manera de superar las individualidades y hacer un buen juego de conjunto. La preferencia de Martino por jugar por el piso y de apostarle por jugadores petizos, le ha quitado la oportunidad a Higuaín de encontrar su lugar en el equipo. Argentina tiene que superar su bache y no la tendrá tan fácil, pues tiene que visitar a Paraguay en Asunción, dirigidos los del Chaco por un viejo conocido: el entrerriano Ramón Díaz, el Pelado.
Colombia: La selección Colombia viene de jugar una pésima Copa América, pero le apostó a confirmar el buen ciclo de José Néstor Pékerman y darle continuidad a un estilo de juego novedoso, atractivo y de gran alegría. A pesar de contar con bajas sensibles como James Rodríguez y Abel Aguilar, el equipo de Pékerman tiene variantes importantes y está en un proceso de renovación en donde jugadores jóvenes como Edwin Cardona, Frank Fabra, Fabián Castillo o Rafael Santos Borré pueden marcar la diferencia con creces. Capítulo aparte merece el defensor del Inter de Milán Jeisson Murillo, quien ha hecho olvidar muy fácilmente al capitán Yepes. Si Pékerman admite que Falcao García no está en nivel de selección, Colombia jugará con once jugadores y tiene el potencial para entrar de manera directa al Mundial de Rusia.
Ecuador: El equipo de Gustavo Quinteros tiene en esta eliminatoria la oportunidad de volver a un Mundial de fútbol. Es un equipo dinámico, veloz, inteligente y con grandes individualidades. El regreso del Toño Valencia hace sentir más fuerte a jugadores como Enner Valencia, Felipao y uno de los jugadores más interesantes del fútbol suramericano: el peligroso Miller Bolaños. En síntesis, Ecuador tiene fútbol para hacer respetar su casa en la altura de Quito y pelear puntos afuera, como ya lo demostró con creces en Buenos Aires.
Uruguay: El equipo charrúa la tendrá difícil para asegurarse su ya tradicional repechaje con equipos como Colombia, Ecuador, Perú, Venezuela y el mismo Brasil. El relevo generacional de aquel equipo fantástico de Suráfrica 2010 le ha costado al equipo oriental. Más allá de Suárez y Cavani (dos de los mejores delanteros del mundo), Uruguay no cuenta con grandes jugadores, amén del riverplatense Carlos Sánchez. Si a eso se le suma la ausencia de sus dos arietes en las primeras fechas –puntos que pueden ser letales- Uruguay tendrá que apelar nuevamente a su famosa garra para dar de qué hablar.
Brasil: En definitiva este equipo de Dunga es el peor que se ha visto, por lo menos desde antes de 1950. No tiene gracia, no tiene magia, no tiene astucia, no tiene mandinga, no tiene folha seca y, en fin, no tiene fútbol. Las individualidades pueden pesar, pero no hay realmente un buen equipo. Si a esto se le suma la ausencia de Neymar en los primeros partidos –el único que alcanza a deslumbrar- yo veo, como Ronaldo Nazario, que a Brasil le costará mucho clasificar a Rusia. Estamos ante la gran posibilidad de un suceso histórico: que por primera vez la Canarinha no esté en una cita orbital. Veremos qué pasa con el partido de local con Venezuela y ojo, porque auguro un difícil partido y un empate bolivariano.
Perú: Ricardo Gareca le ha impreso al equipo inca un estilo de juego que hace recordar al Perú de Argentina 78. Toque por abajo, calidad artística al jugar y potencia de sus jugadores negros –como el portento que es Advíncula- hacen del equipo peruano un equipo a tener en cuenta en este período eliminatorio. Tienen a grandes jugadores como Paolo Guerrero y André Carrillo, quienes acompañados de talentosos como Juan Vargas, hacen de Perú un equipo técnicamente bien dotado. Tendrán que superar la veteranía de Pizarro y Farfán, pero tienen a valores como Yordi Reyna que bien pueden complicar. En defensa sobresale Zambrano, siempre aguerrido y firme en la marca. El clásico del Pacífico contra Chile en el Nacional de Lima será un buen termómetro para saber para qué está el Perú en esta eliminatoria.
Venezuela: Es difícil explicar la suerte del país de Chávez. Cuando por primera vez logran tener un buen equipo de fútbol, sus rivales vecinos han subido de calidad a la par. Cuentan con un técnico supremamente aplicado tácticamente y con jugadores de calidad en ataque que, por vez prima, tienen roce internacional. Su debilidad está en la defensa y se mostró en la ridícula derrota contra Paraguay en el calor de Puerto Ordaz. Veremos el planteamiento en Brasil, pero ya está demostrado que los Patriotas dejaron de ser hace mucho tiempo la Cenicienta de Suramérica. Ojo con Venezuela.
Paraguay: Los guaraníes tendrán que apelar a lo de siempre: Mucha garra y juego aéreo. Desde la época gloriosa de Chilavert, Acuña, Cardozo y el joven Roque, los paraguayos parecen sumidos en su infinito dolor. La entrada de Ramón Díaz al banquillo técnico puede ayudar a mejorar el nivel de los del Chaco, pero hay poco material, a pesar de jugadores como Ortigoza y Derlis González. Paraguay será octavo para abajo.
Bolivia: De los del altiplano hay poco por decir. Son, de lejos, el peor seleccionado de la Conmebol. Si a esto se le suma que, por diferencias con su técnico, la única figura que tienen –Marcelo Moreno Martins- se alejó de las toldas verdes y que además su Federación está sumida en el caos total, no se puede esperar menos que muchos goles en contra para el equipo del buen Evo.