Amancio Ortega creció acostumbrado a vivir con menos de lo justo. Por eso en La Coruña, ciudad española que lo vio crecer, abandonó sus estudios a los 12 años para entrar a trabajar en una camisería y ayudar a su padre, un ferroviario, después de ver que a su madre ya no le podían fiar más en el supermercado. Empezó como mensajero en una tienda de confecciones en donde trabajaba más de 50 horas a la semana. Por su entrega llegó a ocupar el cargo de vendedor y allí conoció a Rosalía, su primera mujer, con quien arrancó por las noches a coser a mano las batas que vendería en su propia empresa.
Con la experiencia que ganó tras décadas de trabajo en la industria textil montó su primer negocio que sacó a flote con su esposa, su hermano y sus cuñadas. Con el nombre de Goa Confecciones empezó a vender batas de buena calidad que buscaban el diseño y se podían adquirir a bajo precio, una máxima que define su éxito.
Para arrancar su empresa, Amancio Ortega viajó casi 14 horas en carro para llegar a París solo para ojear los escaparates de las tiendas más exclusivas, la alta costura y los últimos diseños. Una de las grandes virtudes del empresario es saber observar. Quería ir por más, y como veía que lo que hacía funcionaba, empezó a distribuir su ropa a otras ciudades, crecer e innovar. Fue ahí cuando creó la primera tienda de Zara en su ciudad, y así fue escalando hasta poner casi 500 tiendas solamente en España. La extraña sensibilidad que tiene Amancio para percibir moda se la debe a una obsesión que tiene por fijarse en todo con lo que se topa. Por eso empezó a vender en sus tiendas las prendas de personas que veía en la calle, algo que siempre funcionaba.
En 1988 Ortega llegó a Oporto para inaugurar su primera tienda fuera de España. Después de Portugal, le siguieron Nueva York y París. Cuatro años después creó Inditex, el nombre que hoy reúne a las otras empresas que creó: Zara Home, Stradivarius, Bershka, Pull & Bear, Massimo Dutti, Oysho y Uterqüe. Ropa para todas las edades, de altos y bajos costos, ropa interior, pijamas, batas y objetos de hogar, es todo lo que hoy vende la industria que creó Amancio Ortega, el segundo hombre más rico del mundo, que hoy amansa $68.700 millones de dólares gracias a su imperio de la confección y al negocio de bienes raíces, una estrategia que le ha multiplicado su riqueza y lo puso en el número uno de la lista Forbes. Su estrategia es buscar edificios emblemáticos en los centros de las capitales del mundo, adecuarlos y venderlos nuevamente aunque a veces los aprovecha para abrir en estos nuevas tiendas.
Inditex hoy tiene presencia en todos los continentes. Sus tiendas están ubicadas en los sitios más exclusivos de los 87 países en donde tienen presencia. Existen 6.300 puntos en total, de las cuales más de 20 están ubicadas en Colombia. El éxito de Amancio ha sido su idea de democratizar la moda; aunque él no crea, pues sus diseños son réplicas, siempre se ha caracterizado por tener buen gusto y por vender estilo a precios alcanzables.