Son kilométricas las colas en las oficinas de extranjería de Madrid, Barcelona, Valencia y otras ciudades de España después del fuerte confinamiento que vivió el país durante los picos de contagio del COVID-19.
No parecen filas de un país que tímidamente se dice de primer mundo, son tan parecidas a las del Sisbén o a las de cualquier servicio social en sectores populares de Colombia. Allí, según se rumora constantemente, se venden turnos, se trafican influencias y se paga por agilizar. El colapso en los servicios de extranjería es evidente, no eran ni fáciles ni rápidos antes; ahora lo son muchísimo menos.
La gran mayoría de los solicitantes de asilo político son colombianos, venezolanos y marroquíes. Incluso, los dos primeros hicieron aumentar la población del país ibérico durante el año 2019, un hecho inédito, más si se contempla la baja tasa de natalidad.
En fin, la figura del asilo político se puso de moda desde el 2016 y aún a sabiendas de que más del 85% de las solicitudes son denegadas, el hecho de tener la resolución del asilo en trámite les da un estatus de legalidad temporal a los inmigrantes que escogen esa vía para regularizar su situación de residencia.
Ahora bien, las cifras de desempleo son dramáticas y los próximos meses no pintan nada bien. Al final, las cuentas hay que seguirlas pagando, alimentación, servicios, alquileres, etcétera. De ahí la impresionante cantidad de compatriotas colombianos haciendo colas en los comedores sociales, en Caritas, en la Cruz Roja y en cuanto servicio de ayuda al necesitado exista.
Por estas razones, sumadas a la incertidumbre que existe con respecto a las fechas de reapertura de los aeropuertos para los vuelos desde toda América hacia Europa y las dificultades de empleo, no se hace recomendable venir a España a aventurar, a no ser que se tenga un buen apoyo económico o familiares que puedan avalar la estancia de alguien que llega. Los que estén pensando venir a España después de la cuarentena en Colombia piénsenlo dos y tres veces, este es un muy buen país, pero no va a pasar su mejor momento.
