El único respiro que tienen muchas mujeres amas de casa en Colombia es cuando el ogro se va. Al menos quedan relajadas, poniendo su música, ojeando de vez en cuando los programas que les gustan, viendo sin culpas su teléfono. Todo cambia cuando el esposo regresa cansada del trabajo. La cena tiene que estar lista, el aseo inmaculado y empieza el examen. Muchas veces el esposo tiene el carácter de un comandante de las S.S en campo de concentración: nada está suficientemente rico, nada está suficientemente limpio. Además, antes de acostarse, un hombre bien educado debe echarse un polvo, cómo no. Nada de masturbarse, la masturbación es para los perdedores. Un hombre hecho y derecho tira. Entonces viene la violación.
Durante un poco más de 19 días muchas amas de casa colombianas van a vivir una pesadilla. El tipo que más detestan estarán encima de ellas dando órdenes, exigiendo, matando las horas que le da el aburrimiento violándolas. La que no se acomode recibirá severas golpizas. Muchos de estos monstruos se aprovisionaron de guaro, ron y cocaína. El encierro los hará estallar.
A 72 horas de encierro ya hay 43 denuncias de violencia contra la mujer como lo dice Mabel Lara en su trino
43 denuncias en Bogotá por maltrato intrafamiliar en solo 3 días de aislamiento, dice la Alcaldesa @ClaudiaLopez #Pilas NO ESTÁS SOLA llama a la línea púrpura para denunciar a tu agresor.
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018000112137— Mábel Lara (@MabelLaraNews) March 22, 2020
Y la situación va a empeorar con el paso de los días, cuando la cerveza mengue, cuando los pases se acaben. Entonces el ama de casa contará con la desesperación de un preso el momento en el que llegue el 13 de abril, será el día de la liberación, será volver a tener esas 8 horas de trabajo para ella sola. Todo será perdonado, por supuesto. La violación volverá a ser solo nocturna.