El 7 de noviembre de 2007, se reunían en el Palacio de Miraflores en Caracas, Iván Márquez, y Rodrigo Granda delegados por las Farc, con Hugo Chávez y Piedad Córdoba, a fin de explorar, con la mediación de ese gobierno, una solución que pusiera fin al sufrimiento de 45 secuestrados entre soldados, policías, políticos y civiles, que eran sometidos por las Farc al más cruel trato contra la dignidad humana, con cadenas de tortura y enjaulados con alambres de púa por muchos años en las selvas de Colombia. Esta reunión había sido autorizada por el presidente de la República en uso de sus facultades constitucionales y legales.
La reunión de Miraflores, fue hábilmente maquillada por una conversación superficial que contempló ¨un canje¨ de secuestrados en cinco etapas y una propuesta de ¨despeje¨ de los municipios de Florida y Pradera (V), lo que no se concretó, pues el engaño tenía agenda oculta, consistía en sellar una alianza sin precedentes entre las Farc y la dictadura venezolana, en el ámbito político, militar, financiero y territorial, que venía construyéndose desde la época del Caguán, cuando se contempló por primera vez una reunión clandestina de Hugo Chávez con Manuel Marulanda Vélez, que nunca se realizó.
El pacto Chávez-Farc fue denominado ¨El Dossier¨, y su artífice era Iván Márquez. Se aprobó íntegramente en la reunión de Miraflores y partía de un préstamo ¨solidario¨ de Hugo Chávez a las Farc por 300 millones de dólares, 50 de los cuales serían desembolsados ese mismo año. ¨El Dossier¨ comprendía la adquisición de un arsenal para las Farc que incluía material antiaéreo; las negociaciones se harían con Rusia, China y unos traficantes australianos. Acordaron gestionar ametralladoras PKM y punto 50, fusiles Dragunov rusos con mira para francotiradores a 1250 dólares c/u, granadas termobáricas a 800 dolares c/u, cohetes RPG a 3.000 dólares, y fusiles chinos AK47 a 350 dólares. Negociaron adicionalmente, la adquisición de misiles SA7 usados, de fabricación rusa. La evidencia indica que días después hubo una primera entrega de 20 bazucas a los bloques caribe y oriental de las Farc en frontera.
En Miraflores hablaron de crear zonas de protección para las Farc en territorio venezolano, definieron intercambio de entrenamiento militar el que se realizaría en Fuerte Tiuna y en áreas campamentarias de las Farc; también adquirirían equipos de comunicación en China para el bloqueo y perturbadores de señal, tipo Jammer a 13.000 dólares; un grupo de integrantes de las Farc viajaría a ese país con identidad y pasaporte venezolano a entrenarse en su manejo.
Para asegurar los objetivos de ¨El Dossier¨, Hugo Chávez delegó a Amilkar de Jesús Figueroa, alias Tino, Diputado del Partido Comunista de Venezuela y Presidente de las Unidades de Defensa Popular – UDP, ficha clave del régimen en el trabajo de bases populares y considerado un ¨cuadro revolucionario¨ para las Farc. También encargó a Ramón Rodriguez Chacín alias el Cojo, enigmático personaje, exministro y exdirector de la Policía de Investigación, al igual que alias. Tino, hombre de confianza de Iván Márquez y comisionado por Nicolás Maduro como enlace del ELN y las Farc para las coordinaciones con su gobierno. Y de otro lado, el general Cliver Alcalá, sometido el año anterior a la justicia de Estados Unidos, vinculado a la operación Gedeón, hermano del excomandante del Ejército de Venezuela, golpista al lado de Hugo Chávez y para la época responsable de la región de Maracaibo frontera con Colombia; se convirtió además, en el bastión fronterizo de Venezuela para las Farc, aseguraba el tránsito de armas, drogas y la ubicación de territorios para el grupo terrorista.
Iván Márquez, el ahora cabecilla de la segunda Marquetalia, o de la narcotalia, Tino y el Cojo, conviven de nuevo en territorio venezolano, 13 años después de aprobado ¨El Dossier¨, refundando un proyecto criminal cada vez más arraigado al régimen. La aparición de Márquez el pasado 26 de marzo a través de un video, fecha en la que muere alias Tirofijo, llamando a la unión de las disidencias, y los bombardeos realizados pocos días después por las Fuerzas Venezolanas contra las estructuras que encabeza Gentil Duarte en el Estado de Apure frontera con Arauca; corroboran los indicios de reedición de ¨El Dossier¨, como el plan maestro de Iván Márquez para sellar una nueva alianza pos acuerdo de La Habana con la dictadura de Nicolás Maduro.
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Con ¨Ejércitos híbridos fronterizos¨, entrenados por rusos en tácticas de combate pretenden instalar la primera línea de defensa de la ¨revolución¨ sobre territorio de frontera
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Se reconfigura así, una nueva amenaza a la seguridad hemisférica, bajo la reactivación de ¨El Dossier¨, otro gran engaño de Iván Márquez a la Paz de los colombiano. Ahora, con un ingrediente que no es nuevo pero crítico; el ELN lo hace desde 2004; Venezuela como base de operaciones de esta estructura criminal que se integra a la presencia masiva y activa de la Inteligencia y las fuerzas militares rusas en la frontera. Avanzan en la conformación de ¨ejércitos híbridos fronterizos¨ reclutando ciudadanos venezolanos y colombianos, y presionando a las disidencias y a los desmovilizados de las Farc para que se incorporen a sus unidades. Son entrenados por rusos en tácticas de combate y pretenden instalar la primera línea de defensa de la ¨revolución¨ sobre territorio fronterizo. Ya, oficialmente, el régimen venezolano anunció acciones hostiles contra intereses estratégicos de nuestro país.
Los protagonistas de la reunión del 7 de noviembre de 2007 en el Palacio de Miraflores siguen vigentes, diseñaron ¨El Dossier¨ para avanzar en la toma del poder a través de las armas. Hoy desde Caracas lo han reeditado detrás del fracasado ¨plan estratégico¨, que no es otra cosa que la hoja de ruta de reactivación del terrorismo, el narcotráfico, el secuestro y la extorsión. Sus ¨estrategas¨ son la máxima exposición del dolor causado a toda una nación, son la reencarnación del extinto alias Mono Jojoy, al que la vida humana poco o nada le importaba, y su interés no es otro, que protegerse de la extradición a los Estados Unidos.
Márquez, Santrich, Romaña y el Paisa, están en la escena del terrorismo internacional y toda la fuerza multilateral de naciones aliadas debe movilizarse y actuar con urgencia y contundencia para eliminar de tajo esta alianza criminal transnacional; la narcotalia, que con Maduro y Rusia se posiciona como el más grave desafío a la democracia de la región.