Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar, pasar haciendo caminos, caminos sobre la mar. Golpe a golpe, verso a verso. Caminante no hay camino, se hace camino al andar. Golpe a golpe, verso a verso. O algo así. Es como el inicio de este artículo para tratar de transmitir el sentimiento de impotencia del hombre de la calle que no atina a comprender para donde va este país. Las noticias se suceden en forma vertiginosa, de tal manera que no demora un segundo con el asombro de un hecho terrible y al momento está sepultado bajo el derrumbe de otra noticia escabrosa.
Crímenes de guerra, falsos positivos, corrupción indecible, violencia intrafamiliar, invasión del espacio público, contaminación ambiental, niños muertos de hambre, asesinato de mujeres indefensas, aumento del desempleo, suicidio de jóvenes universitarios…
Manifestaciones estudiantiles contra corrupción; fuga espectacular de congresista del consultorio odontológico donde le iban a diseñar la sonrisa; cae general de “inteligencia” del ejército y directora de la Cárcel del Buen Pastor; incertidumbre y temor por la recesión mundial, ante la guerra comercial entre china y EE. UU.; posibilidad probable de que la Corte declare inconstitucional la reforma tributaria; oso del presidente Duque en la 27 Asamblea General de la ONU en Nueva York, por fotos de ELN con niños en Venezuela; escándalo de Guaidó abrazado con paramilitares de Los Rastrojos…
Vicepresidenta y ministro de Defensa llaman a reglamentar la protesta social; Fiscalía detiene candidato a la alcaldía de Chigorodó por prevaricato; Procuraduría abre investigación por intervención en política del alcalde de Medellín a favor del candidato Santiago Gómez, (El de Fico); candidato a la alcaldía de Bello por el Centro Democrático (el de Uribe), hace campaña pública con brazalete electrónico de la Fiscalía; siete candidatos a la alcaldía asesinados en lo que va de la campaña; continúa asesinato de líderes sociales en el Cauca; 50 mil estudiantes se presentan a la de Antioquia y 45 mil quedan por fuera de la universidad; y, como si fuera poco, la joya de la corona: el expresidente domador de caballos, a rendir declaración por manipulación de testigos y fraude procesal.
Como se puede ver con claridad, es toda una novela de intrigas policíacas, noticias inverosímiles y expectativas crecientes que dejan en suspenso a la teleaudiencia del común, pendiente de los desarrollos del próximo capítulo con hipótesis que pronostican el apocalipsis de la democracia.
Pero me parece que no es para tanto. El espanto no es como lo pintan. Aunque digan que los “pura sangre” dominan la mitad del país, la verdad es que la manifestación en Medellín el seis de octubre está diciendo lo contrario. En la Plaza Mayor no caben más de diez mil personas, de manera que no fue apoteósica la cantidad de manifestantes.
No obstante de que lo importante es el análisis de las consecuencias políticas, es bueno traer a cuento las posibles salidas jurídicas que presentan los analistas. “De la evidencia de las pruebas dependerá si es necesario medida de aseguramiento o si lo dejan libre. Si la determinación de la Corte es seguir investigando tendría que definir si lo llama a juicio que podría tomar años de llegar a un fallo”.
¿Sí será cierto que estamos ante una indagatoria que definirá el futuro político del país porque ningún expresidente en Colombia había llegado a esta situación? No creo que pase lo que pase la mitad de los colombianos vaya a quedar indignada con el veredicto, pues esta afirmación desconoce que la mitad de los colombianos es abstencionista y le importa un carajo que le puede pasar al domador de caballos después de la indagatoria, si le formulan acusación por soborno y fraude procesal o le precluyen el caso. “Se anticipa que los magistrados no tomarán ninguna decisión, si tenemos en cuenta que estamos en época electoral. También se da por descontado que no habrá detención preventiva, ¿porque el senador puede ser responsable de los actos de su abogado?".
En esta situación, ¿cuál es la posición que debe asumir el movimiento popular, democrático y progresista? Me parece que esta es la pregunta que hay que responder en la coyuntura. Nada se gana el movimiento popular con el domador de caballos en la casa por cárcel; todo lo contrario: sería crearle las condiciones para hacer crecer el mito del “mesías”, del “héroe” sometido a la persecución política, con las consecuencias que ya estamos viendo con la alcaldía de Medellín para Alfredo Ramos, (hijo), quien ya está elegido aunque todavía faltan las elecciones y a pesar de que su padre (Alfredo Ramos) haya sido condenado por relaciones con la parapolítica.
De tal manera que, al pan, pan y al vino, vino, es decir, al movimiento popular le interesa es defender a capa y espada la Institucionalidad de la Justicia Transicional y de la Comisión de la Verdad, con su sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición para las víctimas del conflicto armado, que es precisamente lo que están tratando de acabar los enemigos del acuerdo final del Teatro Colón, bajo la sombrilla del gobierno de Uribe y del presidente Duque.
Por eso vuelve y juega la necesidad urgente de la unidad popular para poder enfrentar, pase lo que pase con la indagatoria al domador de caballos, la arremetida violenta de los “pura sangre” reaccionarios del furibismo recalcitrante, que no descansarán hasta no haber hecho trizas los acuerdos de paz.
De momento tenemos la convocatoria nacional del movimiento estudiantil a las manifestaciones y a las marchas del 10 de octubre, contra la corrupción en las universidades y en todo el aparato del Estado, y contra la violencia y el terrorismo institucional del Esmad en todo el país. Hace falta que todos los sectores progresistas se unan a la defensa de la vida, la paz y la democracia. Lo demás viene por añadidura porque, como decía el poeta español Antonio Machado (1875-1939): “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
