El 28 de febrero de 2012, cuando la entonces Procuradora delegada para la Vigilancia y la Función Pública y Administrativa, María Eugenia Carreño leyó en la oficina de la Procuraduría en Medellín la drástica sanción contra el recién salido del cargo alcalde de Medellín, Alonso Salazar, sin disimular su desconcierto se cogió la cabeza con las manos y dejó escurrir una lágrima. Sabia de la injusticia que se estaba cometiendo. Junto a él estaba Alicia Vargas, quien había sido su guía para abordar el proceso jurídico. Juntos desde entonces emprendieron la lucha para asegurar que se haría justicia.
Alonso Salazar, explicó la existencia de su más reciente trino en Twitter, donde afirma: “Alicia Vargas fue muy solidaria con mi causa. La recuerdo, siempre de manera especial”. Ante este trino, Salazar recuerda con gratitud y con respeto a esta mujer, quien aparte de haber sido la directora de los IX Juegos Suramericanos que se desarrollaron en Medellín, también se desempeñó como su Secretaria General en la Alcaldía de Medellín. Pero Alicia no solo estuvo en las buenas, también lo acompañó en las malas: después de que Salazar recibiera la noticia de una inhabilidad por 12 años para ejercer cargos públicos, esta aguerrida e inteligente mujer se dedicó a acompañarlo en su defensa, lo hizo, incluso, hasta cuando le detectaron un cáncer que tristemente acabó con su vida el año pasado.
Alicia siempre estuvo junto a él y lo acompañó en la decisión de demandar ante el Consejo de Estado la polémica sanción que le propinó el Procurador Alejandro Ordóñez. Salazar, entonces, contrató al abogado y exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Jaime Arrubla, quien desarrolló la demanda con el espíritu de que dicha inhabilidad había sido desde su inicio un golpe a la democracia.
A principios de 2010, Alicia comenzó a enfrentar en silencio su enfermedad. Lo que si no podía callar era la injusticia que se estaba cometiendo con su jefe. Mujer de armas tomar trató de atenuar sus días grises, liderando la batalla jurídica que arrancó a finales del 2011. Trabajó y batalló hasta sus días finales, eso quería, eso hizo.
En diálogo con Las2Orillas, Alonso Salazar toma aire y se queda en silencio para exclamar y reflexionar: “esta alegría que tengo y este triunfo en esta batalla jurídica, se lo debo a Alicia que verdaderamente estuvo siempre comprometida con la lucha anti-corrupción y ni siquiera supe de dónde ella sacó fuerzas para ayudarme con todo lo que sucedió desde la trinchera cuando nos enfrentamos a la Procuraduría”.
Salazar había quedado inhabilitado por supuestamente haber infringido la Ley de Garantías cuando denunció en medios de comunicación las presuntas irregularidades en las elecciones del 2010 en las que se mencionaba que Luis Pérez había usado grupos armados para votar por él.
—¿Alonso, con esta buena nueva a qué se va a dedicar?
—Voy a seguir con la investigación, la lectura y la escritura, que es lo que mejor se hacer —sentenció el exalcalde quien en la actualidad adelanta una investigación sobre paramiliatrismo en Antioquia que se materializará en un libro, que seguramente será tan revelador y profundo como No nacimos, pa´ semilla.