El estilo de la rectora Raquel Bernal es bien distinto al de su antecesor y mentor, el hoy ministro de educación Alejandro Gaviria. Ella fue su vicerrectora académica y terminó elegida por el Consejo Superior para reemplazarlo una vez se retiró para aspirar a la presidencia de Colombia en la consulta popular de la Coalición Centro Esperanza en marzo de 2022.
Ya nombrada en su cargo, la rectora además de verticalidad y distancia con la comunidad universitaria, aplica un doble racero que incomoda. Por un lado pregona fragilidad financiera, necesidad de ahorro en los gastos y ordena ajustes en muchos detalles que se sienten en la vida cotidiana universitaria de estudiantes y profesores, mientras toma decisiones que, a juzgar por los estudiantes, son innecesarias en medio de la pregonada austeridad.
Mandó a remodelar su oficina e igualmente la del vicerrector administrativo y financiero Mauricio Cabrera, nombrado en junio de 2022, organizando confrontables espacios diseñados por el arquitecto de planta de Los Andes que se ha ocupa de las obras y remodelaciones.
La rectora Raquel Bernal también estrena carro y pasarse a una camioneta híbrida, decisiones todas respetables sino fuera por el apretón de cinturón y ahorro que está exigiendo en todos los frentes de la universidad.
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