El pasado 3 de febrero, en Chile entró en plena vigencia la prohibición de bolsas plásticas en supermercados y grandes tiendas, una medida audaz en favor del medio ambiente que debería replicarse en otros países.
Como empresas chilenas, cadenas como Falabella y Cencosud han tenido que cumplir sin reparos este nuevo requerimiento en Chile.
Pero como otros países de la región donde ambas empresas tienen presencia (como Colombia) aún tienen legislaciones laxas en la materia, ahí siguen dando bolsas plásticas.
En un acto de coherencia ambiental y en su responsabilidad social corporativa, uno esperaría que, por iniciativa propia y sin tener que esperar a que se implemente una prohibición similar en Colombia, ambas cadenas dejen de dar bolsas plásticas o al menos desincentivar su uso.
En el caso de Falabella, y como han hecho otras tiendas de departamentos, la bolsa plástica verde que aún dan acá debería reemplazarse por bolsa de papel reciclado biodegradable (sin temer que algunos clientes “se pongan bravos”, pues eso lo hace sólo la gente ignorante de los graves estragos que hemos causado al planeta).
Y en el caso de Cencosud, dado que el uso de bolsas finales en caja ya se desincentiva vía impuestos, en lo que respecta a las bolsas transparentes de las secciones de frutas y verduras que mucha gente sigue usando indiscriminadamente, en los dispensadores podrían poner un letrero que diga “Por el planeta, evita estas bolsas o reduce su uso al mínimo”.
Es una iniciativa que uno esperaría de empresas que aspiren a ser ambientalmente más sostenibles y sobre todo coherentes en su filosofía y cultura corporativa, al margen del país donde operen.
Y ojalá esta iniciativa la extiendan a todos los países donde ambas tienen presencia, no sólo Colombia.
Cabe aclarar que el problema de las bolsas plásticas en las secciones de frutas y verduras aqueja a otras cadenas de supermercados que han sido sordas a desincentivar su uso, como Grupo Éxito (que incluye, entre otras, las marcas Carulla y Surtimax), Olímpica o Ara.
Sin embargo, ahora que en Chile ya se prohibió su uso, sería un gran ejemplo que Falabella y Cencosud también lo hagan en otros territorios, como una forma jalonar un cambio tan necesario por el bien del planeta, que es uno solo.