La inteligencia colectiva es lo que se debe poner a funcionar en las bien intencionadas mesas de trabajo que se están realizando en el sur del País, con miras a reglamentar el uso de la vía nacional para el desplazamiento de vehículos cargados de hidrocarburos.
Las empresas transportadoras involucradas, el Ministerio del Transporte, la Agencia Nacional de Hidrocarburos, el Ministerio de Minas y Energía, la Dirección Nacional de Tránsito y Transporte de la Policía, las Gobernaciones de Putumayo y Huila, la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, las Alcaldías Municipales y la comunidad.
No pretendemos desconocer la puesta del dedo en la llaga del alcalde de Pitalito, pero no queremos personajes con pretensiones mesiánicas y protagonismo barato en medios de comunicación nacionales; cuando el municipio con la segunda mayor cantidad de habitantes del Huila está repleto de problemáticas sin resolver y muchos de sus moradores viviendo en condiciones inhumanas, hablando la Constitución en su artículo primero de que somos un “Estado Social de Derecho fundado en el respeto de la dignidad humana”.
El programa de gobierno de la actual administración municipal titula “Todos en Acción” y en su plataforma programática habla del “Desarrollo Humano Integral”, el mismo discurso de Martín Silva en su primera alcaldía; me involucro y denuncio por este medio la crítica situación de los residentes del barrio San José en la Comuna Cuatro de Pitalito, quienes conviven con un pozo repleto de sus heces, el cual verte a una quebrada sus putrefactos residuos líquidos que luego terminan en el rio guarapas.
No hay derecho. Aquí, en la realidad de Pitalito, es donde requerimos al señor alcalde. No en las carreteras del sur del Huila con su bicicleta, haciendo las veces de policía de carreteras.
Adenda: las damas del voluntariado social protectoras del Hogar de Ancianos San José, continúan hoy pidiendo limosna, porque el alcalde no se ha comprometido con el apoyo estatal para los abuelitos.