El autor de esta nota estaba ansioso de leer el discurso de posesión del nuevo presidente del Brasil, Jair Bolsonaro, con la absoluta certeza de que iba encontrar en dicho discurso las bases y la justificación sobre la próxima dictadura fascista militar que Bolsonaro estaba al borde de instalar en Brasil.
Y si bien el discurso del brasileño es bastante duro contra la izquierda corrupta que llevaba 14 años gobernando, concretamente contra el Partido de los Trabajadores, no encontré una sola palabra en dicho discurso que lo llevara a uno a pensar que Bolsonaro va a instaurar una dictadura. Los 10 principales puntos de dicho discurso son: 1. Respeto a la Constitución 2. Liberar a Brasil de las amarras ideológicas, del socialismo, de la inversión de valores y de lo políticamente correcto... 3. Combate a la criminalidad: fortalecimiento de las FF.AA y flexibilidad para el porte de armas para que el ciudadano de bien tenga cómo defenderse 4. Respeto a todas las religiones y las tradiciones judeocristianas 5. Educación sin ideología: no más ideología de género en la educación brasilera, menos la doctrina ideológica. 6. Reformas económicas y fortalecimiento de la agroindustria 7. Lucha contra la corrupción 8. Gobierno sin discriminaciones ni divisiones 9. Gobierno con el apoyo del Congreso. 10. Orden y Progreso: lema de Brasil fundamental para el desarrollo de la nación.
El discurso de Bolsonaro trae las siguientes observaciones:
“El Partido de los Trabajadores, el de Lula y Dilma, está caído pero muy lejos de dejar de ser una amenaza. Las malezas van a durar muchos años, desgraciadamente. Brasil fue pensado para el socialismo / comunista basado en pilares sostenibles, como:
- Adoctrinación (sic) en las universidades;
- Redistribución, ayuda al más pobre, en lugar de dar empleo y dar dignidad;
- Prensa comprada con fondos públicos.
- Dinero de la corrupción para ellos y el Partido.
La izquierda sigue dominando el medio académico, el medio artístico, el medio cultural, movimientos sociales a gran parte del medio político.
La influencia de ellos es tan grande, que me hicieron, prácticamente el culpable de la cuchillada que recibí. Y luego de ese caso simularon falsas reacciones de mis partidarios para hacerlos pasar como bárbaros descontrolados...El pueblo sabía que no quería el PT, pero la destrucción de mi imagen fue puesta en práctica por todo el sistema. Se perdieron millones de votos por cuenta de calumnias divulgadas por la izquierda con tanta intensidad que haría que Goebbels fuera un pasante.
He ganado la elección para presidente, pero la máquina política de Brasil está toda podrida y comprometida. No me dejará gobernar y hacer las reformas que el país necesita, sin apoyo de ustedes será imposible
Intentaran sabotearme desde el primer día. Todos los cambios en el área económica serán anunciados por la izquierda como un intento de perjudicar a los pobres y eliminar derechos del trabajador. Todos los cambios en el área social serán anunciados como un intento de asesinar LGBTs / Mujeres / Negros / Pobres / Nordestinos. Es así como la izquierda juega.
Estoy recibiendo a Brasil en el peor estado que un presidente lo haya recibido, seré criticado por mis aciertos y masacrado por mis errores. Intentaré no errar. El primer año será muy difícil. Es necesario tomar el poder de influencia de la izquierda y devolverlo al pueblo. El pueblo tiene que informarse por hechos y no por narraciones cuidadosamente construidas por intelectuales en universidades.
Quiero volver al asunto sobre dónde están instalados los enemigos y cómo desenmascararlos. No hay como acabar con la división en el país, si no acabamos con quien nos está dividiendo. Conmemoremos la victoria, fue gigantesca. Pero no perdamos la noción de la realidad. Estamos recién al principio.”