La selección Colombia vive un momento fulgurante. Después de ganarle 2-0 a Corea del Sur derrotó, contra todo pronóstico, a las archifavoritas alemanas. En el último minuto Manuela Vanegas, de golpe de cabeza, pudo lograr lo impensado, ganarle a las teutonas. En el estadio había un único dirigente presente en el Football Stadium de Sidney fue Álvaro Gonzalez.
González pertenece a ese grupo de dirigentes deportivos enchapados a la antigua que desprecian a la gente por su condición sexual. En el año 2012 estuvo en el ojo del huracán por decir que en Colombia había que ser “homosexual”, todo por las denuncias de acoso que implicaban al ex árbitro Óscar Julián Ruiz.
Pero ahí no paro la discriminación de Gonzalez. En el 2019 dio muestras de una misoginia absoluta. En ese momento las jugadoras de la selección, los máximos referentes, se pararon en la raya y exigieron ser tratadas con los mismos beneficios que son manejados los hombres. El escándalo se vino a saber en el 2022 cuando se revelaron audios donde Gonzalez presiona al actual técnico de la selección, Nelson Abadía, para que no convoque a las siguientes jugadoras: Natalia Gaitán, Isabella Echeverri y Vanessa Córdoba, así como Yorely Rincón, a pesar de la trayectoria y probada de calidad de estas futbolistas.
Yorelis Rincón, una de las sacrificadas de Gonzalez Alzate
Desde el 2016 arrancaron las denuncias, con Daniela Montoya a la cabeza. En ese momento las Chicas Superpoderosas se prestaban para representar a Colombia en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro. Ella reveló que el entonces técnico de la escuadra nacional, Felipe Taborda, había pedido comisión para convocar a las jugadoras.
Las declaraciones Álvaro González Alzate
En un audio se escucha al dirigente González Alzate apoyar ese veto y justificar la posición del técnico de no llamar a jugadoras “complicadas”:
“Escuchamos las declaraciones de Daniela y de otras personas envenenadas a través de los medios deportivos, contra la federación, contra los dirigentes deportivos y los periodistas dándonos palo (…). Hay dirigentes a los que les duele. (…) Me parece que utilizó mal el medio. No sé por qué se enojaron por lo de Daniela, sí me debió haber buscado a mí o a Luis. ¿Y que consiguió?, engatillar a la dirigencia deportiva contra ella. Entonces si llegan y le dicen a Felipe Taborda: ‘usted no la puede arrimar a ese grupo, si la llega a arrimar, hasta luego usted. ¿Usted qué hace?, dígame usted qué hace, si quiere estar aquí. ¿Quién pierde? pierde la jugadora, porque el técnico va a cuidar su puesto”.
Alvaro Gonzalez luce ahora orgulloso por el desempeño de las chichas superpoderosas, como si el país hubiera olvidado el desprecio que les propinó a las futbolistas que alguna vez pelearon por sus derechos.