Uno de los blancos favoritos de Martin de Francisco y Santiago Moure en La Tele era Tulio Zuloaga. Se metían con el cada vez que podían. Lo criticaban por no actuar bien, por ser demasiado "papito". En 1994 era uno de los galanes, junto a Marcelo Cezán, favoritos de la televisión nacional. La novela Sangre de lobos fue su consagración. Tenía 24 años y el futuro claro para seguir siendo protagonista de las novelas más cotizadas de la tv colombiana.
Es que a los 14 años ya Tulio actuaba y era uno de los rostros más recurrentes de Pequeños gigantes, el icónico programa infantil de Toni Navia. En 1996 intentó seguir los pasos de Carlos Vives haciendo un vallenato más moderno pero fracasó. Tulio, como pocos, se reinventó y ahora es uno de los bloggeros más influyentes de Colombia, incluso creó tendencia con Burguer Master y puso a hablar a toda Colombia de ello.
Nunca es tarde para dejarse engañar por el canto de las sirenas y rencausar el río. Uno ve a tantos artistas fracasados, lamentándose por todo lo que pasó que nadie los contrata cuando, en realidad, sólo tuvieron una buena racha y eso nunca volvió. Tulio entendió lo difícil que es ser actor en Colombia, se reinventó y triunfó.