Corría el mes de octubre de 2012, la condición de salud del entonces vicepresidente de la República, Angelino Garzón no era la mejor.
Como hoy, el presidente del Congreso era el senador Roy Barreras, diagnosticado ayer martes con un cáncer en el tracto digestivo.
La relación del vicepresidente y el presidente Juan Manuel Santos no era buena. Por el contrario, Barreras y el mandatario mantenían una excelente relación, que hasta la fecha sigue intacta.
La salud de Garzón era la disculpa para sacar de la vida política a un vicepresidente, que no era de los afectos de Santos. Era evidente que la imposición del expresidente Álvaro Uribe, para que Angelino ocupara ese cargo, incomodaba al gobierno.
Roy Barreras, en su condición del presidente del Congreso, le envió una petición a "las más altas autoridades médicas" del país para que determinaran si la condición médica del vicepresidente Angelino Garzón era óptima para reemplazar al jefe de Estado, Juan Manuel Santos, en caso de que se presentara la necesidad.
Según el congresista, el concepto médico fue solicitado con base en el artículo 326 de la Ley 5 de 1992 (reglamento del Congreso) y debía ser entregado por la Academia de Medicina, la Federación Médica Colombiana y el Tribunal de Ética Médica.
Barreras fue mas allá. Le envió una carta al procurador general, Alejandro Ordóñez, en la cual le pedía que se tomaran acciones en contra de Garzón, porque este, inicialmente no acató la solicitud de realizarse un examen médico.
La insistencia del presidente del Congreso, también vallecaucano como Angelino, causó malestar entre dirigentes políticos.
El senador por esa época del Polo Democrático, Camilo Romero, solicitó que se investigara al presidente del Congreso, senador Roy Barreras, por supuestamente haberse extralimitado en sus funciones al haber solicitado realizar exámenes médicos al vicepresidente Angelino Garzón.
Romero propuso que se investigara si se utilizó a la Plenaria del Senado para satisfacer intereses particulares.
La petición también se elevó a la Corte Suprema de Justicia, como a la Procuraduría para que se investigara si el presidente del Senado incurrió en un posible prevaricato y extralimitación de funciones.
Finalmente la Clínica de la Universidad de La Sabana informó que Garzón había sufrido una isquemia cerebral (un accidente cerebrovascular).
A través de un comunicado el vicepresidente dijo: “Quiero manifestar que no nací en el poder ni siendo vicepresidente y menos pretendo aferrarme a ellos”.
Por esos mismos días de 2012, el presidente Juan Manuel Santos fue diagnosticado con cáncer de próstata.
Tras conocer el resultado de la operación a Santos, el vicepresidente Garzón trinó: “Mi respaldo y solidaridad a Juan Manuel Santos. Gracias Señor de los Milagros por el resultado de la operación. Hoy más que nunca necesitamos al presidente”.
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