El día que Mockus salió del clóset (I)

El día que Mockus salió del clóset (I)

Como John Cage en 4'33", Antanas no emitió sonido alguno. Se limitó a bajarse los pantalones y mostrar sus nalgas al auditorio

Por: Edgar Giraldo Alzate
junio 28, 2018
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El día que Mockus salió del clóset (I)
Foto: Captura de pantalla

En la década de los sesenta los filósofos posmodernistas no creían en nada ni en nadie, sin embargo fascinaban a los pensadores que llegaron después y ejercieron una gran influencia sobre la arquitectura, la literatura  y la música.

Ellos estaban desencantados con los valores antiguos como sistema, mostraban una visión más amplia de la perspectiva de la época y gran sensibilidad interdisciplinaria a los problemas del entorno.

En Alemania Herbert Marcuse hablaba de una nueva izquierda. A su vez en Francia Jean François Lyotard [1] cuestionaba a Marx y con 30 años de anticipación pronosticó que el marxismo se desintegraría a causa de sus contradicciones internas. Finalmente, en Norteamérica, Francis Fukuyama hablaba del fin de la historia.

Entonces una nueva corriente fue tomando forma y cuestionaba cómo los relatos cristianos, iluministas, marxistas y capitalistas habían fracasado estruendosamente en la búsqueda de la felicidad del ser humano. Estos pensadores dejaron la impresión de que traían una renovación del pensamiento a un mundo que había agotados sus ideas.

Luego, un buen número de intelectuales empezaron a posar de postmodernos, pues la palabreja estaba de moda y servía para explicar casi todo.

Mientras que en Europa y Estados Unidos los movimientos filosóficos se renovaban, en Latinoamérica seguíamos obnubilados con la idea del “Hombre Nuevo” del Che Guevara  y “la revolución dentro de la revolución” de Régis Debray [2].

En otras palabras, seguíamos sumidos en el premodernismo, obsesionados con el oscurantismo del maoísmo, el castrismo y demás ismos cancerígenos como el M-19 donde se agazapaba Petro. A su vez, en nuestro bello Congreso, liberales y conservadores continuaban con sus discursos veintejuleros de tintes grecocaldenses.

Por la misma época un célebre compositor norteamericano, John Cage, inventó el concierto del siglo, llamado 4’ 33" en tres tiempos y lo anunció al mundo entero como la gran renovación de la música.

Aquello ocurrió así: la noche del estreno el teatro estaba a reventar, el pianista en medio de una gran ovación entró al escenario, se sentó frente a un majestuoso piano de cola, hizo el ademán de colocar las manos sobre el teclado y permaneció como una estatua inmóvil durante 4 minutos y 33 segundos. Al final el público estalló en aplausos y al día siguiente la gran prensa (en Nueva York también hay gran prensa) lo lanzó al estrellato.

Cage murió en 1992 y al año siguiente Mockus, nuestro original filósofo, quiso recordarlo haciendo algo similar. En vez de dirigir un discurso a los estudiantes, se limitó a mostrar los rosados cachetes de sus nalgas en un auditorio  de la Universidad Nacional. Al igual que el concierto de Cage no emitió sonido alguno, pero al día siguiente un famoso diario capitalino lo catapultó a la fama. Mockus se bajaba los pantalones por primera vez y el posmodernismo llegaba tardíamente a Colombia con varias décadas de retraso. El país se inclinaba a sus pies. De allí hasta llegar a la alcaldía solo fue soplar y hacer botellas.

El posmodernismo tuvo una vida corta y a duras penas llegó a la adolescencia. Según algunos, había empezado con la caída del muro de Berlín (fin del comunismo) y muerto con el derribamiento de las torres gemelas (lo cual marcaba el surgimiento del terrorismo islámico).

Las actitudes de Mockus mostraban estas influencias. Él parecía estar lejos de los partidos tradicionales, del fascismo y del marxismo, era pacifista declarado, interesado en el medio ambiente y su estilo comunicacional evidendenciaba una clara influencia de Habermas.

Cuando aparece Antanas y sus seguidores de la U. nacional se airea el ambiente intelectual del país. Para esa época, tanto Mockus como Petro eran químicamente incompatibles y militaban en extremos opuestos.

(En nuestra próxima entrega trataremos de explicar la extraña metamorfosis de Antanas cuando se escapó de su cubículo, para meterse a otro).

[1] Lyotard, Jean-François. (1984). The Postmodern Condition: A Report on Knowledge. Manchester: Manchester University Press.

[2]Debray R.Révolution Dans la Révolution? Lutte Armée et Lutte Politique en Amérique Latine (French) Paperback – 1967.

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