Nada qué hacer, este es un deporte terrible. Un día estás bien, al otro no tienes nada en las piernas. La etapa 15 estaba fijada en el calendario desde hacía rato. Era el día en el que nuestros ciclistas iban a brilla. Sin embargo sobrevino la debacle. Se nos rompió el corazón al ver como Egan Bernal estallaba 12 kilómetros antes de la meta, al igual que Nairo. Nuestros dos mejores ciclistas caían por esos misterios del cuerpo humano. Al final no tenían nada y pagaron las consecuencias de una pretemporada loca que ha dejado a dos eslovenos como los mejores de la competencia.
Teníamos el sueño de repetir triunfo en el Tour con Egan, con Nairo, pero este deporte es muy raro, ni los mismos ciclistas saben cómo están. Egan tiene 23 años y mucho futuro por delante, además del propio Nairo. Ya sus opciones están terminadas, ni siquiera les alcanzará para estar en un top 10. Sólo Miguel Ángel López y un sorprendete Rigo Urán tienen chances de subirse a un cajó en París.
Terrible además la caída de Sergio Higuita que le terminó significando su retiro del Tour. No, no fue el gran día que esperamos. Lo rescatable la cuarta posición de Miguel Ángel López. La etapa no fue emocionante, no hubo ataques y con equipos tan dominantes como el Jumbo el futuro del ciclismo corre peligro.