Hay una herida abierta en la Universidad Nacional, una herida que no se cierra y que ya cumple 38 años de haber sido creada. El 16 de mayo de 1984 estudiantes de la Universidad Nacional protestaban porque el 7 de octubre de 1983 la policía asesinó, en la entrada de la carrera 30, a un estudiante de arquitectura de nombre Yesid. Por eso los estudiantes protestaron con dureza ese día, fue tan duro el tropel que los estudiantes tomaron un bus y lo quemaron en plena Plaza del Che. La respuesta del rector de esa época, Fernando Torres, fue permitir la entrada de la policía al recinto y darles bala a los estudiantes. El número de muertos nunca se pudo medir.
Julio Correal nos recuerda uno de los episodios más oscuros y desconocidos en la historia de la Universidad.