El día anterior a su secuestro, el viernes 23 de agosto de 1963, Alfredo Di Stefano se encontraba en el estadio Olímpico Universitario con una pierna coja. Sufría de tortícolis y un desgarramiento en el muslo derecho, porque días atrás, el martes, su equipo Real Madrid jugó contra el Oporto de Portugal, partido en el que el equipo merengue resultó victorioso, doblegando a los lusos 2-0. Pero la Saeta Rubia se había lesionado y la orden de los médicos del equipo español era no poner un solo pie en la grama del Olímpico ese viernes, así su equipo perdiera, como al final sucedió.
El Real fue vencido 2-1 por el Sao Pablo de Brasil, que se coronó como el caMpeón de la onceava versión de la Pequeña Copa del Mundo, un torneo amistoso de fútbol masculino a nivel de clubes con sede en Caracas, Venezuela, creado por un importante grupo de empresarios venezolanos. La intención de este torneo era traer a los mejores clubes de fútbol de Sudamérica y Europa.
Al día siguiente, en la mañana del 24 de agosto de 1963, sucedió su secuestro que conmocionaría al mundo deportivo. Tenía 37 años y la estrella del Real Madrid se encontraba reposando en el entonces lujoso y hoy desaparecido Hotel Potomac, ubicado en el cruce Avenida Vollmer con la Avenida Caracas de San Bernardino (diagonal a la actual sede de la Electricidad de Caracas) y construido en los años cuarenta por el empresario Heraclio Atencio Bozo. Di Stefano estaba durmiendo, pues en pocas horas sería sometido a una cura de ultrasonidos en el Hospital Universitario de Caracas para tratar su lesión.
A eso de las 6 de la mañana un grupo de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN), una organización guerrillera creada por el Partido Comunista de Venezuela (PCV) en 1962 para derrocar el gobierno de Rómulo Betancur, presidente del país vecino, llegaron al hotel en un auto negro y le dijeron al recepcionista y botones del hotel que eran agentes de la extinta PTJ (Policía Técnica Judicial, el principal organismo de investigaciones penales de Venezuela).
Lo que sucedió después de que Di Stefano saliera amordazado del hotel ha sido sujeto de conjeturas y especulaciones. Inclusive buena parte de esta historia la pueden conocer en la película del 2005 director español Borja Manso, Real, the movie.
En declaraciones a la prensa, el recepcionista de nombre Genaro Elizabeth narró que inmediatamente los hombres se identificaron y le dijeron que necesitaban al jugador para hacerle una averiguación, tomó el auricular para llamarlo a la habitación, pero ellos se lo impidieron diciéndole que iban a subir para decírselo personalmente.
En la noche anterior, luego de haber terminado el partido, varios hinchas borrachos entraron sin pagar al estadio donde se disputaba la final de la copa. Luego de varios enfrentamientos y alegatos entre ellos y la Policía, desenfundaron sus armas contra la fuerza pública, y esa fue la excusa que utilizaron los hombres. Le dijeron a Di Stefano que estaban haciendo pesquisas de los desórdenes de la noche anterior y que se lo iban a llevar para interrogarlo, pero en pocos minutos estaría de nuevo en su hotel para seguir contemplando el sueño.
El jugador se montó en el carro y apenas arrancó fue notificado que había sido secuestrado. En ese momento entró una llamada al hotel y el recepcionista contestó. Al otro lado de la línea un hombre se identificó como miembro de una organización armada y le dijo que el famoso personaje que acaba de salir del hotel había sido secuestrado. El confundido empleado llamó de ipso facto a los delegados del Real Madrid en Caracas e informó a la Policía.
Fue tal la conmoción que el gobierno venezolano dispuso de más de 8 mil policías para su búsqueda, pero no fue suficiente porque fueron sus mismos captores quienes dejaron libre a Alfredo Di Stefano en la avenida Libertador dos días después de su secuestro, el lunes 26 de agosto de 1963, a eso de las 3 de la tarde. El astro del fútbol estaba sano y salvo, y sin rastros de maltratos.
Este hecho fue denominado por la prensa como un golpe mediático para que el mundo conociera la lucha guerrillera (en especial a este grupo armado), con políticas de apoyo del dictador Fidel Castro, contra el gobierno de Betancur, conocido por mucho historiadores venezolanos como el padre de la democracia de ese país.
@Sebastiandiazlo