Lo de que las eliminatorias se acabaron es una verdad de apuño. Un mundial con 52 equipos, de los que siete serán de esta parte del planeta, hace demasiado fatigoso, innecesario, un calendario de más de dos años de enfrentamientos en Suramérica. A los técnicos les servirá para pulir sus selecciones. Se clasificará con 20 puntos. Colombia, en su peor eliminatoria larga, ha hecho 24 puntos. Por más que lo intenten los canales que tienen los derechos de los partidos para hacer que el televidente se interese, va a ser difícil encontrar emoción de acá al mundial de Estados Unidos-México. Si la cosa iba mal con el anuncio de que seis países sean sede de la competición en el 2030 el fútbol acaba de sufrir una cuchillada mortal.
Todo por el negocio, por los votos, por el billete. El cuento de la inclusión desnaturaliza a un evento que necesita un nivel de exigencia tan alto como es ir a un mundial de fútbol. Un mundial con seis sedes es un despropósito descomunal. Esto ya no es un mundial, es una recocha. Y lo increíble es ver a Juan Felipe Cadavid y a César Augusto Londoño celebrarlo como lo hicieron en el programa de hoy. Mientras Gabriel Meluk, el maestro Nicolás Samper e Iván Mejía se rasgaban las vestiduras con justa razón por la perrateada al torneo más importante del deporte, los chicos del Pulso, cegados por su amor a Infantino, obedientes con Jesurún, les parecía inclusivo eso que la FIFA para acumular voticos y billete, deformaran un certamen que cumple 100 años en el 2030. Solo los Olímpicos y el Tour de Francia son más viejos.
Un mundial con seis sedes es un despropósito descomunal. Esto ya no es un mundial, es una recocha
Es un día triste para los amantes del fútbol, el día en el que todo terminó. Es casi como si todas las selecciones jugaran de local, algo absolutamente desnaturalizado. Las eliminatorias serán una risa. Se clasificarán directamente tres selecciones sudamericanas y siete cupos se pelearán entre seis selecciones y media. Nos quitaron una de las emociones más grandes que tiene el fútbol en Sudamérica, las eliminatorias. Lo que debería hacerse es que por escalafón se clasificaran directamente las cuatro selecciones restantes mejor ubicadas del continente y entre la séptima y la octava se defina el medio cupo y ya. De otra forma no tiene sentido.
Y lo increíble es que los bandis van a idear la manera de montar otro torneo largo para ganar más platica. Eso lo de las eliminatorias lo reponen rápido. Y los verdaderos borregos gemirán de placer y benevolencia, desde sus micrófonos, ante el poder de la dirigencia deportiva. El periodismo crítico deportivo, al menos en Caracol Radio a la una de la tarde, ha terminado. Papá Hernán Peláez, defiéndenos de la falta de criterio periodístico.