Era el año 2009 e Iván René Valenciano ya se encontraba en el ocaso de su carrera futbolística. Después de haber tocado la gloria en el Junior de Barranquilla siendo campeón laureado y goleador, de haber ido a Europa a codearse con jugadores reconocidos internacionalmente, y de haberse convertido en el máximo goleador en la historia de la liga colombiana, el bombardero decidió pasar sus últimos años de carrera jugando en la segunda división colombiana, militando en el Alianza Petrolera.
Allí fue cuando, según contó Tatiana Escárraga en El Tiempo, vivió una de sus anécdotas mas extrañas, pero también que confirmó su capacidad como goleador. Según el relato, en su cumpleaños 37 se levantó con ganas de celebrar, así que con unos amigos estuvo toda la noche del sábado rumbeando y bebiendo hasta perder el sentido. En la mañana recordó que ese día el Alianza tenía partido en la tarde contra el Valledupar, pero sin más, se fue a dormir para recuperar energías. Se levantó y se dirigió al estadio a sentarse en la banca de suplentes, mientras toda la afición lo insultaba y le gritaban que "estaba borracho".
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El partido empezó mal para el Alianza, que recibió gol en contra, y según Escárraga, ahí fue cuando el técnico decidió meter a Valenciano para intentar salvar el partido, y así, enguayabado y todo, el bombardero metió dos goles y dejó el encuentro 2-1. Los abucheos de la afición se convirtieron en cánticos y termino siendo el héroe del partido.
La historia, aunque es entretenida, no tiene ninguna fuente más que el artículo de la periodista de El Tiempo, y la investigaciones sobre los partidos oficiales que jugó el Alianza Petrolera en el año 2009, arrojaron que solo en uno ganó por 2-1, pero fue contra el Bucaramanga. Lo cierto es que según estadísticas Iván René Valenciano marcó dos goles en el equipo santandereano, y hasta puede que sí los haya hecho en medio de una jinchera, como lo contaron en El Tiempo.
