La crucial agenda de paz del gobierno Santos está en manos del magistrado conservador Jorge Pretelt, ficha del expresidente Álvaro Uribe. “Yo espero que el fallo final de la Corte Constitucional se publique en esta semana, entre hoy o mañana, yo pensaba que hoy iba a salir, o de pronto sale mañana…” dijo públicamente el Presidente Santos el miércoles pasado (3 de agosto), al enviar un mensaje de urgencia a la Corte.
Desde que se conoció el sentido del fallo que da luz verde al plebiscito el gobierno ha esperado por dos semanas para que se revele el texto de la sentencia y así el gobierno pueda iniciar formalmente las campañas con recursos específicamente para ese fin. El fallo es requisito para que el Consejo Nacional Electoral defina las reglas del juego y, por el lado de la Registraduría, para que ponga fecha al plebiscito, arranque con los preparativos y la logística que requiere la jornada.
El problema es que al fallo le falta únicamente la firma del magistrado Pretelt, pero este está dedicado a su defensa ante la inminente posibilidad de que sea desbancado en el juicio político que entrará a decidir el Senado en las próximas semanas. Incluso es posible que el magistrado pierda su investidura antes de que firme la sentencia, con lo cual el gobierno estaría frente a un lío mayor.
Pero Pretelt no sólo tiene ese asunto urgente para atender. Tiene además mil razones políticas para aplicarle un plan tortuga al fallo del plebiscito. La primera es que estaría más interesado complicarle los tiempos al gobierno porque todo lo que le salga mal a Santos le conviene a Uribe. Y hay que recordar que el expresidente fue quien ternó al hoy magistrado. Por otra parte, Pretelt cree que está en la cuerda floja por el caso de Fidupetrol simplemente porque no es de los afectos de Santos, pues de otra forma la aplanadora del gobierno le habría ayudado en el Congreso y no sería hoy el primer dignatario en toda la historia política de Colombia a punto de ser crucificado por la inoperante Comisión de Acusación.
“El Gobierno Nacional quiere expulsarme a como dé lugar para que no participe en la discusión del plebiscito por la paz ni de las leyes relacionadas con el proceso de La Habana. El propio presidente de la República le ordenó directamente a la Cámara de Representantes que votara el proyecto de Bedoya y envió a su Ministro del Interior a cuadrar las votaciones de la Unidad Nacional para que votaran a pupitrazo sin leer una sola página del expediente”, le dijo el magistrado al periódico El Colombiano en 15 pasado de diciembre cuando aún el juicio político en su contra estaba en pañales. Ahora, cuando el congreso está a un paso de despojarlo de su investidura, no hay duda que Pretelt está cargado de tigre.
Y como si fuera poco, otro lío por el que el magistrado viene siendo cuestionado es porque posee una hacienda en el Urabá Antioqueño que es reclaman por desplazados a través de la ley de restitución de tierras, obra de Santos. Pretelt y su esposa Martha Ligia Patrón, tiene una investigación penal en la Fiscalía General porque supuestamente se habrían aprovechado de la situación de violencia que azotó la zona del Urabá para hacerse con las tierras mientras que los campesinos huían tratando de salvar sus vidas.
A todo esto se suma que al magistrado no le gusta la decisión mayoritaria de la Corte Constitucional avalando el plebiscito con ciertas modulaciones. Pretelt votó en sala en contra de la ponencia del magistrado Luis Ernesto Vargas y a lo largo de las discusiones hizo constantes observaciones aunque al final sus colegas fueron mayoría en favor del plebiscito. Por todo ello es lógico Pretelt leerá con lupa la sentencia de poco más de 300 páginas y si encuentra algo que no considere adecuado con lo que discutió, pedirá ajustes en el texto antes de poner su rúbrica.
El magistrado Pretelt le aseguró a Las2Orillas que a su despacho aún no ha recibido la sentencia. Y ante la pregunta de cuánto tiempo estima que se tomará en evacuarla una vez la reciba, prefirió guardar silencio. Todo parece indicar que, contrario a la urgencia del gobierno, el magistrado se tomará su tiempo antes de firmar el fallo que aguarda –impaciente– el Presidente Santos para empezar a cumplir su promesa de que los colombianos tendrán la oportunidad de refrendar o rechazar los acuerdos de La Habana.
Actualización: Comunicado del Magistrado Jorge Pretelt