Llegó hace más de un mes a las filas del Barcelona, pero solo ha jugado 8 minutos, un partido. Llegó al banco a calentar puesto porque Eduardo Valverde, director técnico del equipo catalán, no tiene ningún interés en meterlo a la cancha. Los periodistas españoles habían catalogado de apoteósico, de impresionante el debut del colombiano. ¿Qué partido estarían viendo que nosotros en Colombia, fieles y ciegos seguidores de nuestros jugadores, no lo pensamos así?
Y es que Valverde no quiere a Mina en su equipo. Se lo llevaron para reforzar la defensa, pero él ni siquiera lo ha visto jugar. Antes del debut había declarado que solo lo había visto en videos y en los entrenamientos, que además tienen otro componente, más de la mitad es trabajo individual de adaptación y preparación física. De hecho, en el partido que se estrenó con la camiseta culé, 8 tristes minutos, entró porque a Valverde no le quedaba de otra. Piqué estaba lesionado y aun así fue titular, y el otro central fue André Gómes, un portugués que ni siquiera es defensa sino volante, y sin contar que no lo conoce nadie.
A Yerry le tocará hacer sus famosos bailes de celebración desde la tribuna, porque ni para pasar el agua le sirve al Barcelona.