Cuando nos enteramos que James no iba a estar en la selección todos pensamos que Carlos Queiroz le estaba dando el espacio y el tiempo para que se acomodara nuevamente en el Real Madrid, donde su único objetivo es ganarse la confianza de Zidane. Sin embargo, cuando vimos la ausencia de Falcao, de Cardona y de Santiago Arias, el mejor lateral que tenemos y un hombre que hace parte del tablero del Cholo Simeone en el Atlético de Madrid, nos dimos cuenta que Queiroz llegó a Colombia para refundar la selección.
Los choques comenzaron desde la Copa América en Brasil cuando le dio la titularidad a Stefan Medina por encima de Arias. Aunque el paisa dio la talla, realmente se está ganando el puesto más por el estilo del portugués, que no le gustan los laterales que atacan sino los que se quedan parados en la línea de atrás.
Queiroz no convence porque él mismo no quiere tener a Falcao o a James en la selección, como lo ha dicho cuando aseguró que Colombia tiene que acostumbrarse a jugar sin sus estrellas. Sí, pero siempre y cuando no puedan jugar, pero si están disponibles, ¿por qué despreciarlos?
Queiroz tampoco convence porque prefiere llamar a jugadores de segundo nivel antes que lidiar con el ego de los genios. Sí, son difíciles y nada justifica que leviten mientras los otros nos arrastramos, pero por algo son el 10 del equipo, son goleadores históricos de Colombia. Perder 3 - 0 con Argelia solo demuestra que estamos ante la peor selección desde que la dirigió alguien como Eduardo Lara o Leonel Álvarez.