En un país de sordos y ciegos, donde a diario mueren niños por desnutrición y violencia, es necesario el despertar de su pueblo. En Colombia, lo que tienen los niños es hambre, y bastaría un huevo y un vaso de leche diarios para que no estuvieran enfermos, pero ni eso somos capaces de darles, un huevo y un vaso de leche, ni eso, es el colmo. Un país condenado a su propio mutilamiento, un país incapaz de despertar, para decir basta a esta época de degradación, un país incapaz de decir basta a los malos gobiernos, un país incapaz de salir de su adormecimiento y zona de confort para preocuparse por el otro. Colombia un país donde suceden los crímenes más atroces, pero aún así, su pueblo permanece en silencio, una especie de teatro en cine mudo
Es preocupante que cada año aumenten las cifras de niños muertos por desnutrición y violencia, pero el gobierno nacional solo las trasforma en una fría información estadística, sin darle una solución al problema. No podemos confiarnos de los gobernantes para encontrar la solución, puesto que éstos, son marionetas de la economía, son un virus con traje que van acabando y malgastando todo lo que existe, al gobierno lo único que le importa es mantener el orden, y como tal, su interés no es el individuo, sino el estado legítimo de derecho, el cual normaliza la vida de acuerdo a los intereses de unos cuantos oligarcas que ostentan el poder, y la verdad es que muchos no cabemos en ese derecho, porque no creemos en el discurso que nos venden. Mientras que ellos se están apropiando de los recursos que a todos nos corresponden
Este es un país donde el desarrollo se mide con base al cemento, con base a 4 paredes o en su defecto 4 llantas, las personas viven ensimismadas con un opio en el ojo, pensando que el desarrollo son los bienes materiales, pero se olvidan de que son esclavos de un sistema que subyuga sus cuerpos y homogeniza el pensamiento, para que sean incapaces de rebelarse contra aquel que los domina.
Colombia es un país donde la mayoría de sus habitantes no son hombres libres, y es que cómo pueden ser hombres libres, si tiene que trabajar todos los días para comer, cómo pueden ser hombres libres si son esclavizados en empresas que los explotan hasta más no poder. Se convierten en un objeto de producción y dejan de ser humanos. Los colombianos no son hombres libres, porque no pueden valerse de su propia razón, son loros sumisos listos para ser callados.
Es hora de que unamos nuestras voces para decir ¡basta!, es tiempo de despertar de la condena y somnolencia en la que vivimos, para que las futuras generaciones no tengan que seguir muriendo de desnutrición y violencia, todos queremos un mejor país para nuestros hijos, es hora de construirlo, de pararnos de la silla y salir a defender lo que por derecho nos corresponde. ¡De morir tenemos que morir, muramos luchando defendiendo un ideal noble!