Pasó más de un año de la salida de Carlos Queiroz de la Selección Colombia y finalmente el portugués explotó y dio la cara sobre todo lo sucedido. En declaraciones para MARCA Claro el extécnico de la tricolor salió a aclarar muchas cosas que se dijeron de su salida, y de paso para poner en su sitio a los dirigentes de la Federación Colombiana de Fútbol que mintieron sobre su "renuncia" y pidieron su salida.
Álvaro González, vicepresidente de la Federación, dijo que el portugués renunció y se prácticamente se desapareció después del 6-1 contra Ecuador tirado al equipo. Nada más falso que eso ya que se supo que tuvieron que negociar para indemnizarlo, señal de que no renunció sino lo sacaron. Según sus palabras "mi 'Cajón' fue, como es bien sabido, el resultado de un trabajo fino realizado por el propio González Alzate (...) y no es de extrañar, por tanto, que esta figura no asuma su responsabilidad, cuando fue él la primera persona en exigir mi dimisión a Ramón Jesurun".
Lo peor de todas las declaraciones de Queiroz no es cómo le echa el agua sucia de todo a los dirigentes, sino que este mal actuar de ellos influyó directamente en el suicidio de Des McAleenan, quien fuera su entrenador de arqueros. Queiroz fue destituido en diciembre de 2020 y McAleenan se suicidó tan solo dos meses después, sumido en una gran depresión que pudo ser producto del maltrato de la Federación Colombiana de Fútbol.
Justo antes de que viajaran a Barranquilla para el partido contra Uruguay y luego a Ecuador, McAleenan "contrajo Covid, quedando aislado en un cuarto de hotel de Bogotá y sin apoyo, mientras el resto del staff salía hacia Barranquilla para cumplir con los compromisos del mes de noviembre.
Queiroz denunció que la Federación lo dejó completamente solo, sin ninguna persona para él encerrado en cuatro paredes, por lo que "al regresar a Bogotá nos encontramos con una persona en un estado de depresión importante, sumando a esto la decisión de la Federación de echar al cuerpo técnico, empeoraron la situación, llevando Des McAleenan a terminar con su vida".
Echar a Queiroz y todo el cuerpo técnico fue la estocada final para un McAleenan que no soportó esa situación. Regresó solo a Irlanda y sin trabajo ni nada decidió quitarse la vida. La Federación debió cuidar mucho más a una persona que ya había sufrido episodios depresivos hace varios años, era una persona de protección especial y probablemente nunca lo supieron, por eso los echaron a todos sin mediar palabra.