En 2014 Germán Vargas Lleras escogió a Carlos Alberto Cuenca Chaux, nacido en Puerto Inírida, en el lejano sur de Colombia, como cabeza de la lista cerrada de la Cámara de Representante de su partido Cambio Radical en el departamento de Guainía. Germán Vargas Lleras estaba en el curubito del poder como aliado de Juan Manuel Santos a quien había acompañado como Ministro de Transporte y se aplicó a fondo a organizar no solo las bases políticas de su partido Cambio Radical sino de aquellos que habían conformado la amplia coalición de gobierno para asegurar las mayorías en el Congreso. No descuidó una sola región del país, y Guainía no sería la excepción. Las posibilidades de ganar las elecciones de quien él ungiera eran altísimas. En esa dinámica, Carlos Cuenca repitió Cámara en las elecciones del 15 de marzo de 2014 y se convirtió un alfil de Vargas Lleras quien era fórmula presidencial para la reelección de Juan Manuel Santos con un plan bajo la mesa: sucederlo en la Casa de Nariño en el 2018.

Ocho días antes, el 1 de marzo de 2014, en el remate de su campaña a la Cámara, Carlos Cuenca acudió a una vieja conocida suya en el Barrio La Esperanza de su natal Puerto Inírida, para realizar una reunión política. Cecilia Pacheco Cabria le prestó la casa y sin pudor alguno Cuenca recibió a la gente del barrio con una promesa: “plata no hay, pero cemento y zinc sí”. Repetía Cámara y estaba dispuesto a usar las herramientas que tuviera en sus manos para no perder su curul.
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Ya se proyectaba como cacique electoral del Guanina, donde solo votan alrededor de 18 mil personas, cumplió su palabra y al final de la reunión en casa de la señora Cecilia, entregó cemento y zinc que compró en la Comercializadora Castillo y Depósito Rivera ubicada en el centro de Puerto Inírida. El trueque le resultó y salió elegido con 2.626 votos. Sin embargo, la justicia se encargó de pasarle la cuenta diez años después por su actuación delictiva de constreñir a elector: fue condenado a siete años y seis meses.
Un golpe de suerte puso a Carlos Cuenca en el Congreso de la República
Carlos Cuenca se formó en las lides políticas desde muy joven y cuando en 2008, cuando era un líder político menor, cuando decidió formar parte del partido Colombia Democrático fundado por Mario Uribe, el primo del expresidente Uribe quien terminó condenado a ocho años por parapolítica y un golpe de suerte lo catapultó a la política nacional en Bogotá.
Ese año la Corte Suprema condenó a la representante por Guainía, Sandra Arabella Velásquez Salcedo, a seis años y seis meses de cárcel por el delito de falsedad ideológica en documento público e inhabilidad para ejercer cargos públicos. Esta había llegado a la Cámara con el respaldo de Cambio Radical en el 2001 de manera ilegal. Utilizó un avión de la Fuerza Aérea (FAC) para llevar cinco toneladas de alimentos a unos indígenas en su municipio de Inírida en plena campaña electoral en 2006 falsificando unos documentos ya que los alimentos no eran una donación pública sino de empresas privadas, con la que consiguió votos.

Carlos Cuenca seguía en la lista de mayores electores del departamento y uno vez perdió su asiento Sandra Arabella Velásquez, esta pasó a él quien se estrenaba con el aval de Colombia Democrática, quien llegó a tener mucha fuerza en los tiempos de la Seguridad Democrática y el Uribismo en el poder.
Con la cancha de dos años en la Cámara, en 2010 Cuenca se propuso repetir curul y contó con el aval de Cambio Radical y Germán Vargas Lleras quien necesitaba apoyos regionales par para su aspiración a la Presidencia, contienda en la que ocupó un tercer lugar después de Antanas Mockus y Juan Manuel Santos.
Un representante con la lupa de la justicia encima
En plena pandemia y cuando el congreso sesionaba virtualmente, Cuenca logró ser elegido presidente de la Cámara y gozaba de las mieles del poder cuando empezó su viacrucis con la justicia que acaba de concluir con una condena que aunque le arrebata su curul, el representante parece no estar dispuesto a soltar.

La Corte Suprema de Justicia le abrió investigación. El 19 de mayo de 2022 al final lo acusó del delito de corrupción al sufragante pero le permitió defenderse en libertad por no ser considerado un peligro para la sociedad ni estar en riesgo de escapar del país.
Su situación judicial no fue obstáculo para lanzarse nuevamente a la Cámara en el 2022 y regresó por cuarta vez, barriendo electoralmente en su departamento. Logró 5.349 de los 6.629 votos que tuvo Cambio Radical en el Guainía siendo Carlos Cuenca el congresista más votado del departamento.

Aunque la condena le llegó en Enero del 2025, el representante Cuenca apeló ante la Corte Suprema de justicia la condena y asiste sin pudor al Congreso como lo hizo en el inicio de sesiones esta semana, acompañando a sus colegas de Cambio Radical. El alfil de Cambio Radical en el Guainía no parece muy dispuesto a dejar su curul a pesar de la drástica decisión judicial que no se entiende porque no llegó con la orden de retiro del Congreso.
Vea acá: la sentencia de la Corte Suprema al representante Carlos Cuenca el pasado 22 de enero

