No fue fácil convencer a Caracol de trasladar más de 170 personas, además de todo un equipo técnico, hasta Senegal, Marruecos y la India. La travesía del formato por regiones lejanas empezó cuando Juan Esteban Sampedro, Gerente de Entretenimiento del canal, junto al productor argentino Sebastián Martino, no sabían cómo reinventarlo en el 2012, después del natural desgaste del programa. La grabación en El Salvador, les permitió percatarse que la cadena de hoteles Decamerón –que ha alojado a la producción en tres ocasiones- tenían uno en Cabo Verde, África. Por sugerencia del representante de la cadena hotelera, se fueron a Senegal para estudiar la zona. Al viajar a Senegal encontraron gran parecido con Colombia pero fueron los típicos árboles baobab del lugar, los que les indicaron que África era el sitio indicado para renovar el formato.
Fue así como el programa que el país vio en 2013 fue un intento en 80 capítulos por transmitir a los televidentes la sensación de aquel día dando un paseo en cuatrimoto por una foresta de baobabs. Y lo lograron, pues además de las altas cifras de rating y la carta blanca del canal para repetir la aventura en Marruecos y la India, la tribu senegalesa que salía en el programa aún queda en el recuerdo de los colombianos. Desde entonces, la cultura de cada país ha sido protagonista a la hora de elaborar el concepto del programa. En cada una de las tres versiones los participantes han tenido la oportunidad de convivir con comunidades locales que se integran al formato. Así sucedió con Playa Media, que en 2014 se cambió por La aldea en Marruecos. En la India, la interacción de los participantes con los locales ha adquirido aún más protagonismo, pues además de la convivencia en Playa Media, se les ha visto aventurarse en distintas regiones del país, lo cual no había sucedido en ninguna otra versión.
Antes de arriesgarse, las directivas del canal solicitaron informes de producción, costos y hasta salubridad, que fueron entregados en su totalidad por Martino y Sampedro. El primer programa que tuvo Juan Esteban Sampedro al aire fue Francotiradores. En RCN también alcanzó a coordinar la primera versión de Protagonistas de Nuestra Tele y tras cinco años en dicho canal pasó a la dirección de entretenimiento de Caracol en 2003. Antes había sido periodista en Cromos y el Noticiero Nacional, también tiene experiencia en el mundo de la publicidad. Actualmente lleva doce años siendo la cabeza de la franja de entretenimiento del canal. Bajo su responsabilidad están programas como Sábados Felices, Colombia's Next Top Model, Festival Internacional del Humor, La Red, Día a día, Do Re Millones, El Precio es Correcto, La Voz y todos aquellos que no son dramatizados.
Sebastián Martino, Productor General del Desafío y Juan Esteban Sampedro, Gerente General de Entretenimiento de Caracol. Ambos trabajan en la división de entretenimiento de Caracol, dónde la mayoría de empleados son devotos al Divino Niño e inclusive se reúnen para asistir a misa una vez al mes, por lo menos.
Martino, por su parte conoce muy bien el mundo de los realities pues dejó su carrera como abogado hace 15 años cuando ganó la primera Expedición Robinson en Argentina. Tras un recorrido por Sudamérica llegó a la misma isla donde se grabó el programa y ahí se involucró con la producción de la segunda Expedición Robinson colombiana. Al país llegó en 2004 y desde entonces se dedica a este tipo de formatos. Antes de Productor General, había sido director de pruebas del desafío y no solo las diseñaba sino que las realizaba antes que los participantes para comprobar en carne propia la dificultad de éstas. El material usado después de cada prueba generalmente es donado a comunidades locales quienes lo emplean en construcciones.
No cualquier país puede albergar El desafío. El lugar escogido debe asegurar la posibilidad de instalar una base de producción donde montar talleres de vestuario, carpintería, y demás. Los tiempos de desplazamiento entre una locación y otra no pueden ser superiores a una hora. Aunque la producción incluyó un equipo de 300 personas, poco menos de la mitad de dicha cifra fue mano de obra contratada directamente en la India. El resto, viajaron desde Colombia. Algunos iban y venían o estaban durante algún tiempo. En total fueron 200 pasajes ida y regreso los que tuvo que pagar Caracol y 23 toneladas de equipo técnico que trasladó hasta el lejano país.
Antes de decidir la sede se realiza un estudio para evaluar las posibilidades y lo que implica cada una. Es tal la popularidad del programa que más de una embajada les ha ofrecido su país para realizarlo, pues éste representa una ventana dorada para promocionar un destino entre los colombianos. Por lo pronto, en la división de entretenimiento de Caracol hay otros programas que son prioritarios antes que el próximo Desafío, un formato que ha sido un éxito comercial pero también en la audiencia, pues nunca baja del tercer lugar entre los más vistos del prime time. Cada noche marca entre 10 y 12 puntos de rating, en promedio.
En cada grabación, Margarita Rosa siempre lleva consigo un amuleto, para la suerte y para canalizar los nervios. Todo el vestuario de la presentadora es confeccionado y diseñado por su madre Mercedes Baquero, quien le acompaña para supervisar el arreglo. Cuando ella no puede acompañarle, le reemplaza su hermana Adriana De Francisco, como sucedió en la India.
Aunque está inspirado en Survivor, el Desafío es un formato colombiano original de Caracol cuya primera versión fue en 2004 y actualmente hay países que lo compran para desarrollarlo por su cuenta. Con el Desafío India, son 12 versiones consecutivas, que con mayor o menor éxito, han sido emitidas año tras año.
Ante los rumores, tanto Sebastián Martino como Juan Esteban Sampedro coinciden en que cualquier lugar del mundo podría ser sede de la versión 2016 pues lo único seguro es que cada año hay una necesidad por hacer una producción superior a la anterior. Según fuentes no oficiales, la versión de 2012, rodada en El Salvador, habría costado entre 3 y 4 millones de dólares que el canal recuperó durante las primeras semanas de emisión. En aquél entonces resultaba más económico realizarlo en playas del Caribe que en Colombia.
El equipo de contenidos tiene que escribir a diario los libretos de Margarita ya que el juego cambia tanto que no se puede tener preparado un libreto general. Las pruebas, en su gran mayoría se establecen en conjunto con el equipo de producción
Es tal la confianza que Caracol le tiene a este formato que toma prestado personal de otras producciones del canal para enviar lo mejor de su equipo a grabación. En efecto en el Desafío no hay oportunidad de repetir tomas, salvo las de Margarita Rosa. Adicionalmente, es un trabajo que se realiza en circunstancias fuera de lo común, en un país lejano con una cultura desconocida, que no cualquiera puede hacer y cada miembro de la producción debe estar preparado mental, y físicamente, para eso. Lo que para los televidentes son “playas” para producción son sets de grabación, al lado de los cuales hay siempre un campamento cuyos miembros soportan el mismo clima y terreno que los participantes. Literalmente, duermen al lado de ellos pero no pueden cruzar palabra alguna, pues aparte de los periodistas que realizan las entrevistas emitidas en el programa, nadie tiene autorización para hacerlo.
En efecto, todo aquel que alguna vez haya trabajado en la producción de un reality sabe que el verdadero reality es el que se vive tras las cámaras; el mismo que no sale en televisión.
Por @enriquecart
Fotografías: Cortesía Caracol Televisión
