William Dau, alcalde de Cartagena, dejó claro que su interés no es velar por el bienestar de los cartageneros con el decreto en el que los locales siguen sujetos a un pico y cédula de dos dígitos, mientras que los turistas tienen tránsito libre.
La condición de turista deberá ser corroborada mediante documento de entrada a la ciudad o reserva en un hotel. Mientras que los cartageneros deberán ver a su ciudad por televisión.
Con esta medida, aunque gana el turismo que no tiene respiro desde marzo, pierden los cartageneros que tendrán contagio sin poder salir de sus casas.
Dau Chamatt, que fue elegido como la esperanza del pueblo cartagenero y que se hizo famoso por denunciar la corrupción en la ciudad, hoy le da la espalda a sus votantes en lo que es una clara violación al derecho de la igualdad.
Además, en el decreto también se exentúa del pico y cédula a cualquier persona con reserva para un restaurante y a los cartageneros que puedan viajar, lo cual podrán hacer sin restricciones.
Después de cinco meses de aislamiento, el país entra en otra instancia, excepto por Cartagena, en donde solo podrán pasear los foráneos y los cartageneros que tengan dinero para salir de la ciudad o para comer en un restaurante con reserva. Esta es ua medida clasista que excluye a los cartageneros que no tienen estas posibilidades.