El debate presidencial debe darse, así algunos candidatos reniegan de este.
Si no es posible, deben usarse sus planes de gobierno como su carta política de presentación, argumentación y defensa.
En este sentido, la presente nota pretende cuestionar el plan de gobierno del candidato Rodolfo Hernández, incentivando el debate en el terreno tributario y fiscal.
Se deben exponer al menos dos cosas desacertadas y alarmantes del programa de gobierno de Rodolfo. La desfinanciación de las universidades públicas y su postura frente al IVA:
- La imagen 1 del plan de gobierno de Rodolfo evidencia que tal candidato pretende limitar los recursos que reciben las universidades públicas, atentando contra sus finanzas.
Ahora bien, debe recordarse que dichas universidades se han visto obligadas a autofinanciarse gracias a la ley 30 del 92.
Pero si no pueden generar ingresos mediante consultorías (extensión), debe denunciarse que el déficit histórico de la educación superior pública será más lúgubre y gigante que nunca.
- La política tributaria expuesta en el plan de gobierno de Rodolfo es irreal, ya que en el sentido estricto de la palabra pretende desmontar el IVA de manera "chambona".
Por si no fuera poco, ignora el gran problema de la redistribución del ingreso y riqueza en Colombia; OCDE y CEPAL han llamado la atención sobre estas problemáticas, a las cuales hay que pararle bolas inmediatamente.
Hagamos unas par de precisiones adicionales sobre el IVA:
- Eliminar el IVA descontable bajo el pretexto de disminuir corrupción bota "a la basura" todo el trabajo que ha hecho la DIAN y los contribuyentes en cuanto a la facturación electrónica (mecanismo que mediante el CUFE y CUDE permite trazar las transacciones realizadas).
- No especifica qué productos excluidos pasarán a gravarse con el IVA. Se necesita ser quirúrgico en este tema.
- Eliminar el IVA descontable genera un duro golpe a los consumidores, aún con la disminución de la tarifa del 19% al 10%.
- Por último pero no menos importante: El IVA deja de ser IVA, ya que deja de gravar el valor agregado y se convierte en un mero impuesto al consumo.
Tales preocupaciones deberían aclararlas el candidato presidencial en la palestra pública mediante debates.
En caso contrario, atentaría contra la democracia invitando a votar sin mirar y analizar propuestas de gobierno.