El sacerdote José Alfredo Ordóñez dice que no quiere hacer política con la fe, sino política con fe y, por tercera vez, se lanza a la Alcaldía de Santa Marta. Para así impedir que el exalcalde Carlos Caicedo, también por tercera vez, mantenga el poder en el Distrito al lograr que salga elegida su hermana Patricia. Candidata del Partido Fuerza Ciudadana, que fue fundado por él hace 12 años.
Por esta razón, Ordóñez tuvo que elegir entre su vocación y la política. Para él, ambos amores son compatibles, pero para El Vaticano, no. Entonces, a comienzos de año y en medio de una conferencia de prensa, anunció su decisión de presentar la solicitud para retirarse del sacerdocio.
Su amigo, el padre Alberto José Linero, habría sido clave para ayudarlo a tomar esta decisión. Linero también dejó la sotana, pero para tener esposa. Ahora, es uno de sus principales consejeros y aparece apoyando su candidatura en un video de redes sociales.
Ordóñez se presenta como un candidato diferente y en los próximos meses podría dar sorpresas en una ciudad donde, según las proyecciones del voto en blanco, este alcanza el 44 %. De acuerdo con una encuesta que en julio pasado realizó la Consultora Yanhaas.
En las elecciones de 2019, el voto en blanco en Santa Marta alcanzó el 6 % y la diferencia entre la ganadora Virna Jonhson, también aliada de Carlos Caicedo, con Juan Carlos Palacio fue de poco menos del 50.
Ahora, la principal adversaria del cura José Alfredo Ordóñez será Patricia Caicedo, hermana del exalcalde Carlos Caicedo y quien, si gana la Alcaldía de Santa Marta, sería la tercera figura política que llega a controlar la ciudad de la mano del caicedismo.
Ordóñez también tendrá que enfrentarse al abogado Carlos Pinedo Cuello, que entró a la campaña después de recoger más de 150.000 firmas y cuando inscribió su candidatura estuvo acompañado por cerca de 10.000 personas.
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La Alcaldía de Santa Marta tiene cura
El cura José Alfredo Ordoñez nació el 1ero de abril de 1966, en una populosa casa del pueblo San Sebastián de Tenerife, donde es el octavo de 13 hermanos. Su padre Belisario era carpintero y su madre Rosalba ama de casa, pero fue esta última quien tuvo que ser la cabeza del hogar y sacar adelante a toda la familia.
En Tenerife se hizo bachiller, para luego irse a Medellín a estudiar Filosofía y Letras en el Seminario de los Padres Vicentinos. Luego de terminar la carrera en 1987 se fue a Barranquilla a estudiar teología haciéndose sacerdote a comienzos de los años noventa.
La trayectoria de José Alfredo Ordóñez en política y con sotana lleva alrededor de 25 años. En 1997 fue candidato a la Gobernación de Magdalena y el Obispo lo suspendió temporalmente por ejercer la política.
Luego, en 1998 aspiró a la Cámara de Representantes y, aunque en 2015 no se presentó, sí fue cercano a las candidaturas de Humberto Caiafa a la Alcaldía de Santa Marta y Jota Vives a la Gobernación del Magdalena. Este año, ya después de colgar su sotana, va por el principal cargo público de su ciudad.
Sin embargo, ha tenido que hacer frente a los señalamientos de tener presuntos vínculos con las Autodefensas porque asistió a una marcha que podría haber sido patrocinada por un exjefe paramilitar, Fredy Castillo Carrillo, alias ‘Pinocho’.
El cura no niega su participación en la marcha, pero aclara que en ningún momento la utilizó para recoger firmas y que su participación en ese evento político era simplemente una actitud coherente con sus esfuerzos por buscar la reconciliación y construir paz.
“No tengo ningún lugar vedado en el Distrito de Santa Marta para ir, y si me van a matar, que me maten”, dijo en una entrevista hace un par de meses tras recordar que el 27 de enero de 2001, el frente Francisco Javier Castaño del ELN lo secuestró en una llamada ‘pesca milagrosa’ en el Municipio de Ciénaga.
Con un discurso ya no de sacristán conciliador como le reclaman los medios locales y el pegajoso lema Santa Marta tiene cura, el religioso en campaña política no solo promete seguir ayudando a sus feligreses, sino erradicar la corrupción en la ciudad.
Muchos samarios, le han criticado a Carlos Caicedo la fallida implementación de la empresa Essmar, creada durante su administración para mejorar la red de acueducto y alcantarillado. Casi una década después, dicha entidad no ha alcanzado su punto de equilibrio y corre el riesgo de ser liquidada.
Adicionalmente, tres familiares de Caicedo tendrían vínculos con la empresa, entre ellos, su hermana Patricia, la ficha fuerte de esta dinastía para pelear la Alcaldía de Santa Marta en las próximas elecciones.
En este escenario José Alfredo Ordóñez figura apenas con el 9 % de intención de voto. Es cierto que no es uno de los candidatos favoritos opcionados para dirigir a Santa Marta, pero también lo es que una parte de la ciudad está harta de la dinastía Caicedo y el alto porcentaje de preferencia por el voto en blanco es un detalle que no se puede ignorar.
Colombia, también, tiene cura(s).
Ordóñez no es el único cura en campaña. En Boyacá, otro sacerdote también busca quedarse con un cargo público. Se trata de Víctor Manuel Leguízamo, quien aspira a ser Gobernador. En su cuenta @padrevictoroficial se ha destacado por un pintoresco término: Boyacallejear.
En otras partes del país también hay sacerdotes que, aunque no están metidos en política, la rompen en cuestiones de convocatoria. Entre ellos, cabe mencionar a los vallecaucanos Óscar de la Vega, famoso por su apuesta de construir la Catedral Alterna del Sur (de Cali); José Olmer Mondragón, quien logró la hazaña de reabrir un comedor comunitario que se encontraba clausurado o el padre Dagoberto Cárdenas Artunduaga, quien es más cercano a la línea de José Alfredo Ordóñez y durante el Paro Nacional de 2021 hizo el papel de mediador entre el Gobierno Nacional y los manifestantes caleños.
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