En los años cincuenta no había, en todo este continente, una revista más importante que Mito. Allí publicaron sus primeros escritos García Márquez, Cortazar, Carlos Fuentes, la lista es inmensa. Las portadas la hacían artistas de la talla de Ramírez Villamizar y Obregón. Los críticos eran tan grandes como Valencia Goelkel. Fueron precursores del Boom latinoamericano. Y la idea fue de un colombiano, específicamente de un cucuteño. Se llama Jorge Gaitan Durán.
Según la última biografía sobre Alejandra Pizarnik, llamada Biografía de un mito y publicada por editorial Lumen cuenta que, poco antes de que Gaitán Durán, el poeta que además tradujo por primera vez al español a Sade, muriera en un accidente aéreo en la isla de Guadalupe, en un avión de Air France ocurrido el 21 de junio de 1962, tenía un amor de altos decibeles con la mítica poeta argentina. Al borde de la locura, Pizarnik sufría y de qué manera por su peso. Constantemente se sometía a dietas que incluían la ingesta de anfetaminas para combatir la ansiedad y la compulsión que tenía por el helado.
Gaitán Durán estaba seducido por la potencia de los versos de la argentina quien resintió la muerte del escritor. Pizarnik quien vivió en París la última parte de su vida fue cayendo poco a poco en un hueco depresivo de la que no saldría jamás. El 25 de septiembre de 1972 a los 35 años se tomó 50 pastillas de seconal. Alejandra moría y dejaba su mito.
Cincuenta años después del naufragio editoral Lumen acaba de publicar Biografía de un mito, uno de los estudios más serios sobre la vida de la poeta argentina. Ideal para iniciarse en la vida de una de las grandes de las letras latinoamericanas de todos los tiempos.