Farid Jalicue es la memoria caminante de Caldono, uno de los pueblos del Cauca donde la gente quedó sola con la protección de un puñado de policías acorralados en un cuartel mientras los guerrilleros del Frente VI de las Farc, al mando de Pachochino, los atacaba. Su recorrido es pausado y triste, recuerdos precisos que tienen solo una persona en la mente: su querida nieta que le arranca las lágrimas.
Farid: el guardián de la memoria de la guerra en Caldono
En manuscritos este campesino guarda la historia de los días en los que Farc destruían 40 casas, pero la gente se les paró a decirles: 'No más'