El 21 de octubre de 1658, un navío procedente de España, se vio obligado a hacer escala por mal tiempo en la costa panameña, desembarcó en Portobelo. Llevaba una pesada imagen de un Cristo de color negro. Pero cada vez que este barco intentaba zarpar, se desataba una tormenta que lo impedía. Al cabo de varios intentos, los españoles encargados de la imagen decidieron dejarla en Portobelo, y desde entonces permanece allí.
La historia asegura que simultáneo a la llegada del Cristo Negro a Portobelo se desató una epidemia de viruela, que diezmó a la población, y motivó que los ciudadanos del pueblo le imploraran a la imagen que los protegiera de este mal. Milagrosamente, la epidemia cesó al día siguiente, desde ese día todos los 21 de octubre se realiza una multitudinaria procesión en Portobelo.
Pero el hecho más trascendental no fue ese. En 1975, "El Sonero Mayor" Ismael Rivera estaba por retirarse de su exitosa carrera musical debido a la adicción a las drogas que padecía. En una de sus visitas a Panamá, "Maelo", como se le conocía, recibió la recomendación de un amigo de encomendarse a un santo que en Panamá realizaba milagros increíbles. Rivera, no muy convencido, aceptó y ambos viajaron a la iglesia de San Felipe de Portobelo, ubicada en el lado Atlántico panameño, en donde el cantante pidió al Milagroso que le permitiera dejar las drogas y seguir cantando.
Antes de ir a Panamá, los médicos le advirtieron que su adicción era grave y que si no lograba controlarla, su carrera musical terminaría. El cantante estaba alejado de los escenarios y su carrera iba en franco deterioro. Pero una vez se encomendó al Nazareno, su situación empezó a cambiar. La influencia del santo en su vida lo motivó a dejar las drogas y a retomar su profesión. Como agradecimiento prometió cumplir una manda cada 21 de octubre por siete años. La penitencia consistía en caminar desde el popular corregimiento de El Chorrillo, en ciudad de Panamá, hasta Portobelo, travesía que duraba al menos tres días, exponiéndose al sol, la lluvia y durmiendo en el camino.
El peregrinaje de Rivera por las calles de Panamá hacia Portobelo se hizo famoso año tras año, al punto de que una muchedumbre tradicionalmente lo esperaba en el camino para ir cantando con él canciones de moda. Las procesiones del Nazareno, como se llamaban, eran entonces una verdadera fiesta popular y religiosa. Ismael Rivera, le dedicó al Cristo Negro, su inolvidable composición: “El Nazareno”. “El Nazareno te da consejos buenos: ¡Haz bien no mires a quien! dale la mano al caído, y si acaso bien malo ha sido dale la mano, también” "El Nazareno me dijo que cuidará a mis amigos, que siguiera cantando cositas lindas y bonitas para ustedes, que son mis queridos amigos", dice el coro de esta inolvidable canción que en Panamá y otros países se ha convertido en un himno. Escúchela aquí:
Paradójicamente Maelo muere en 1987 a los 56 años de un cáncer de garganta. Ya no hubo milagro, pero su legado musical es inolvidable y su gesta en Panamá dejó huella. El Cristo Negro es el santo más famoso del Istmo y la penitencia de Rivera la cumplen miles de personas todos los años, cada 21 de octubre. Hoy a la entrada del templo de San Felipe hay una gran escultura del sonero mayor. Las personas que acuden a Portobelo año tras año, pueden rendir culto a dos de sus ídolos: el Cristo Negro de Portobelo y a "Maelo”.
Los milagros del Cristo Negro no sólo cautivaron a Rivera, era común ver en las procesiones de este santo a grandes soneros como Celia Cruz, Pete “El Conde” Rodríguez, Cheo Feliciano y Gilberto Santa Rosa, entre otros. ¿Podría ser considerado acaso el Cristo Negro como el santo de los soneros?,
Apostilla: Ismael Rivera, que tuvo una exitosa trayectoria con Rafael Cortijo, en 1962 cayó preso por drogas. Pasó cuatro años en Kentucky en una de las peores prisiones, ya que el encierro no distaba mucho de ser en una tumba. Su amigo Boby Capó le compuso una canción que luego Rivera la convirtió en éxito y en himno de los presos, "Las Tumbas"