Es desafortunado lo que ha pasado en esta pandemia, en especial los fallecidos y el impacto económico negativo con consecuencias graves como la disminución de la recolección de impuestos, el desempleo de los trabajadores informales, el cierre de empresas y el aumento de la línea de pobreza extrema, entre otros.
Sin embargo, la aparición del COVID-19 nos adelantó el futuro en aspectos que pensábamos que no iban a llegar tan pronto. Mencionaré algunos.
En primer lugar, la aceptación de que es posible trabajar desde la casa en labores no relacionadas con la manufactura, lo cual le permite a las empresas ahorros costos, cosa que se refleja en la disminución del consumo de luz, agua, arriendo de infraestructura y desgaste de la misma, para mencionar algunas. El teletrabajo va a ser muy relevante a partir de hoy, beneficiando a las familias y disminuyendo la pérdida de tiempo en el transporte en ciudades.
Lo anterior nos lleva a plantear la segunda situación y es el tema del transporte urbano, ¿qué será del TM y de la línea del metro a construir? Esto cambiará totalmente las proyecciones del uso de los mismos. Falta tener en cuenta a los estudiantes que no han ido a estudiar (los desplazamientos se realizan por lo general en horarios específicos).
La tercera idea es precisamente acerca de la educación, la cual va empezar a transformarse, ya que se potencializarán los ambientes virtuales sincrónicos y asincrónicos, cambiando radicalmente la forma de enseñar en este mundo globalizado. Este permite que alguien que esté en Colombia haga un posgrado en Europa sin necesidad de desplazarse, asunto que ha llevado a la crisis de las universidades nacionales. Otro ejemplo son los congresos académicos que ahora se pueden realizar de manera virtual vía streaming.
Como cuarto desarrollo me referiré al sector de la salud. La Atención Primaria de Salud (APS) y la medicina especializada ambulatoria han tenido un cambio crucial con el uso del “e-health” y “m-health”. Seguirán existiendo las consultas presenciales para las cuales será necesario el desplazamiento del paciente, aunque la situación nos ha demostrado que el futuro está en las apps, las conexiones remotas y la inteligencia artificial, en especial cuando alguien se encuentra en sitios lejanos.
En otros sectores, se potencializó el tema de las ventas virtuales y no presenciales, el cine ahora será más en casa, las transacciones bancarias online aumentaron, como para mencionar ejemplos.
Pasarán dos años para que empecemos a acomodarnos. El COVID-19 nos cambió el mundo y nos adelantó el futuro.