El alcalde Enrique Peñalosa priorizó la construcción de un mega proyecto de vivienda en conjunto con el gobierno nacional llamado Ciudad Paz por encima de la oposición de ambientalistas y sectores políticos que quieren proteger la reserva forestal Thomas Van der Hammen, ubicada al norte de Bogotá. Aunque la intención es construir 300 mil viviendas para los bogotanos, se le ha convertido en una tormenta política. La reserva es uno de los pulmones de la ciudad y hay quienes quieren impedir que se construya a costa de afectar el ecosistema. De hecho, en enero de 2015 la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) contrató como consultores al Consorcio Vallados Norte a quienes se les pagó $877 millones para comenzar con la recuperación de la reserva. Según el contrato la tarea Formular los estudios de diseños para la recuperación del sistema de canales de drenaje de la reserva forestal regional del norte de Bogotá (TVDH). Sin embargo, Peñalosa no da un paso atrás. El proyecto que comprende la construcción en otras cuatro áreas de la ciudad ya tiene dos gerentes: Ignacio Guzmán, quien lideró la implementación de Transmilenio en el año 2000 y el ingeniero industrial, Juan Camilo González Villaveces.
El costoso estudio para recuperar la reserva Van der Hammen que enterró Peñalosa
Valió $870 millones que demostraban los beneficios de este pulmón verde que el alcalde califica como un potrero apto para la construcción de viviendas