El abogado Néstor Humberto Martínez disfrutaba de las mieles del poder como el superministro del presidente Juan Manuel Santos para acompañarlo en su segunda presidencia que comenzaba el 7 de agosto del 2014 cuando cumplió además uno de sus sueños aplazados, tener un apartamento en Madrid, España.
Aunque su prestigio y éxito económico se lo debía principalmente a su profesión de abogado en el sector privado con un poderoso bufete con clientes de la talla de Luis Carlos Sarmiento Angulo, a Martínez siempre le interesó la actividad pública llegando a ser incluso Ministro del interior en el gobierno del conservador Andrés Pastrana.
Cercano a Germán Vargas Lleras Martínez se aplicó con él para sacar adelante la reelección de Juan Manuel Santos en la que se enfrentó al fuerte candidato del Centro Democrático Oscar Iván Zuluaga, quien lo derrotó en la primera vuelta. Vargas iba como fórmula vicepresidencial y la intensa pelea con el Uribismo para definir la Presidencia demandó una costosísima financiación. os recursos de la constructora brasilera Odebrecht con su máquina de contraprestaciones y sobornos rondó las dos campañas como lo sigue investigando la justicia.
La fórmula Santos-Vargas Lleras se impuso y con ésta llegó Néstor Humberto Martínez a la Casa de Nariño por la puerta grande, con el cargo de superministro confeccionado a su medida por el equipo jurídico de Palacio en cabeza de la posterior magistrada de la Corte Constitucional, Cristina Pardo.
Martínez permaneció un poco menos de dos años en el cargo hasta su renuncia en julio del 2015 para aspirar a ser Fiscal General. El Presidente lo incluyó en la terna y concluyó con éxito su campaña y en septiembre del 2016 se posesionó como en el alto cargo.
Después de Martínez logró ser influyente con Santos no solo en temas jurídicos sino en los trámites legislativos e intervino en mucha letra menuda involucrada con el proceso de paz con la guerrilla de las Farc, con el que mantuvo siempre reticencia. Diferencias que aflorarían con la implementación del Acuerdo firmado en el Teatro Colón y que conduciría a su renuncia en mayo de 2019, en medio también de la tormenta del escándalo de Odebrecht que terminó con la tragedia del suicidio del controller de Corficolombiana y además amigo personal suyo.
El apartamento adquirido en Madrid, está localizado en el exclusivo Barrio de Salamanca, más precisamente en la calle Ortega y Gasset se convirtió en su refugio. Un cómodo apartamento de 120 metros cuadrados en el cuarto piso de un edificio esquinero con balcón sobre la calle Claudio Coello.
Cerrado el capítulo de la Fiscalía, empezó a combinar con Bogotá donde su hijo Camilo Martínez maneja el bufete del que ahora es socia la reconocida firma norteamericana DLA Pipper. De esta alianza resultó DLA Piper Martínez Beltrán, una de las firmas de abogados que más facturan en Colombia.
Recién salido de la Fiscalía se instaló en el apartamento de Madrid desde donde escribió su libro Las dos caras de la paz publicado por Editorial Planeta.
El ex fiscal permanece ahora la mayor parte del tiempo en Madrid y desde allí enfrentará las diligencias que eventualmente puedan derivarse de los nuevos eventos judiciales producto de la reapertura por parte de la Fiscalía de las investigaciones de Odebrecht y Corficolombiana que involucran al Grupo Aval y a Luis Carlos Sarmiento Angulo del quien Néstor Humberto Martínez ha sido su abogado durante décadas. Igualmente el nombre del exfiscal ha aparecido también en el testimonio del comandante paramilitar Carlos Mario Jiménez, Alias Macaco.
