Un candidato al Congreso que este domingo 11 de marzo logre conseguir 1.662 votos válidos podrá recibir más dinero que lo devengado por un ciudadano con salario mínimo durante todo un año de trabajo, de acuerdo con las normas electorales en Colombia.
Según el artículo séptimo de la resolución 2796 del 2017 emitida por el Consejo Nacional Electoral (CNE), un voto le costaría 5.642 pesos a cada ciudadano, es decir, que cada candidato recibiría esta suma de dinero por un solo voto válido a su nombre, a causa de la llamada reposición por voto válido. Esto en cifras mayores significa que un candidato que logre conseguir 191 mil votos válidos, que fue precisamente el número obtenido por el senador más votado en 2014, la reposición de votos a su nombre sería por más de mil millones de pesos, y de la misma manera, si una lista cerrada lograra acumular 2 millones de votos válidos, número obtenido por la lista cerrada más votada en 2014, su reposición de votos sería por más de 11 mil millones de pesos.
En una investigación realizada por un grupo de estudiantes de la Universidad Los Libertadores se evaluaron los costos de la reposición de votos (que se pagan con recursos del presupuesto nacional, es decir, de los impuestos que pagamos los colombianos) frente a las posibles necesidades sociales y económicas que se pueden suplir con esta gran cantidad de dinero; y se determinó que por ejemplo, si tanto para el Senado de la República como para la Cámara de Representantes se lograra una cifra de 10 millones de votos válidos en estas elecciones del domingo, de los impuestos que pagamos todos los colombianos les habríamos “regalado” al bolsillo de los políticos, además del voto, la no despreciable cifra 112 mil 840 millones de pesos.
Con esa cantidad de dinero, que sale de recursos del presupuesto nacional, es decir, de nosotros mismos, se podrían financiar 144 mil 344 puestos de trabajo para desempleados durante un mes o pagarle el salario mínimo a más de 12 mil trabajadores durante todo un año. Como se puede ver, podríamos aprovechar ese dinero para ayudar a suplir las necesidades de los mismos votantes, ya que, por ejemplo, según datos del Icetex, hay cerca de 52 mil estudiantes que están “colgados” en sus créditos por más de 300 mil millones de pesos en total, y si de lo que se paga a los candidatos por concepto de “reposición de gastos electorales” se tomaran esos más de 122 mil 840 millones de pesos, se podría condonar (perdonar) la deuda a cerca de la mitad de los alumnos morosos, que generalmente tienen pocos recursos económicos y por ello deben acceder a dichos créditos.
Es importante resaltar que luego de las elecciones, las organizaciones políticas reciben del Estado el dinero de la reposición de votos, y estas entregan el dinero a sus candidatos dependiendo del número de sufragios obtenidos. De acuerdo con la Constitución colombiana, el Estado debe financiar la democracia y para este efecto, según el CNE, las organizaciones políticas que obtengan al menos el 1,5% del total de votos (el 50 % del llamado umbral electoral), tendrán derecho a tal reposición.
Como podemos ver, la democracia en este país nos cuesta mucho dinero a los ciudadanos, y aun así cabe aclarar que, en este análisis hecho por estudiantes de Los Libertadores, no se incluyen los costos de elecciones presidenciales (primera y segunda vuelta), consultas interpartidistas ni las elecciones territoriales, que pueden ser mucho más costosas que los comicios legislativos.
*Grupo 202: Taller de Noticia y Entrevista
Daniela Cruz, Lina Nocobe, Sara Agón, Yenifer Montenegro, Edward Sánchez, Nasly Moreno, Oscar Betancur, Harvey Domínguez, Esneider Cortés, Evelyn Conde, Catalina Patiño, Daniela Sarmiento.