Se nos metió el coronavirus a Colombia, pero cómo, si la propuesta de la declaración juramentada en los aeropuertos parecía tan auténtica y eficaz. Pues, así como lo vimos, se nos metió y ya no hay nada que hacer, o tal vez sí, activar los protocolos.
Se puede apreciar en las calles el terror profundo de los transeúntes comprando las últimas reservas de tapabocas que aún quedan “por ahí” y que algunos ya las venden a 3 mil pesos colombianos en internet.
Es que la noticia no puede pasar desapercibida, dos personas más han muerto en España por el Coronavirus informa el periódico El Mundo en su página de internet. ¡Oh! Y ahora, ¿quién podrá ayudarnos?
El periódico RTV informa que ya van más de 3400 muertes por Coronavirus en el mundo. Pero ya no hay nada que hacer, ya llegó a Colombia. Las medidas y los actos “protocolarios” ahora serán inoportunos. Manuel Elkin Patarroyo dice que cuando los virus aparecen, lo normal es que se replieguen. Entonces, nada que hacer, el virus se replegará por Colombia como lo hacía la ceguera en el libro de Saramago.
Pero, espere, ¿me pareció oír mal? Patarroyo también sustenta que tenemos otra de las bien llamadas histerias colectivas. ¿Cómo así?
El virus se detecta poco después de octubre del año pasado, pero se sustenta que apareció en ese mes, es decir, ya hay aproximadamente 850 muertes mensuales, causadas por Coronavirus y 3.070 de esas más de 3400 han sucedido en China, lugar donde los tomó por sorpresa.
¡Osea que Patarroyo tiene razón cuando dice que está lejos de considerársele “pandemia”?
El virus no ha causado tantas víctimas como el hambre, que, según la OMS, mata a un niño cada 10 minutos en Yemen, y 8.500 niños cada día en el mundo. Ojo, 8.500 al día, y es que no se trata de comparar al Coronavirus con el sistema de producción y sistemas de solvencia y manutención, lo interesante es lo que nos asusta. El heraldo y la revista semana informaron en octubre del año pasado que 4.770 habían muerto en los últimos 8 años, y sin necesidad de Coronavirus. La malaria por su parte, dejó 405. 000 muertes en todo el mundo.
En otras palabras, el Covid-19, que se pavonea de ser el punto álgido de las conversaciones y se pasea tranquilamente “por ahí”, desfilando y llamando la atención, por ahora no ha logrado derrumbar las muertes por cianuro en Colombia, o las violaciones de niños, la inanición. Lo que sí ha logrado es generar la llamada, también por Patarroyo, “histeria colectiva”, desviando el interés de las noticias en Colombia, a sus curvas punzantes y dejando de lado las fincas con sembrados de coca, las declaraciones de algunos impertinentes para la política, las investigaciones de la ONU, las declaraciones de Roebrto Gerlein sobre la compra de votos, entre otras penosas e infortunadas noticias que desfavorecen la labor de este gobierno que al menos dice “no tiene rabo de paja”.