Un día hace 50 años el mundo vivía menos comunicado pero más seguro, de pronto escuchamos hablar de desarrollo, industrialización, entrar en una carrera sistemática, un consumismo sin control y sin escrúpulos; lo único que valía era ser el más fuerte económicamente, olvidándonos de la espiritualidad, de los principios y valores que nuestros viejos durante toda su vida nos habían trasmitido, los años fueron pasando y nos sentíamos más fuertes porque podíamos cruzar el mundo sin controles, animando y dando el apoyo a nuestros gobernantes a continuar por un camino que tal vez muchos conocían las consecuencias pero que nuestros egos, nuestra hipocresía, nuestras vanidades y nuestro egoísmo cegaron nuestros ojos, permitiendo y dando poder a que esto continuara, olvidamos nuestros campesinos , el campo y son hoy ellos nuestra salvación.
Con la llamada globalización nos hartamos de escuchar que seríamos mejores naciones, mejores pueblos, más oportunidades, escuchamos las mentes brillantes del mundo decir que debíamos tener armas nucleares, que debíamos armarnos y gastamos enormes cantidades de dinero público en hacerlo, construimos mega obras que a lo mejor hoy no tienen ninguna utilidad pero hicieron sentir mejor a quienes participaron en su desarrollo, se privatizaron empresas públicas permitiendo así que hicieran negocio con nuestra salud y con nuestra educación dejándola en manos del poder económico.
Hoy nos encontramos en una situación muy difícil y no es el momento de culpar a nadie, somos nosotros los culpables, depende de nosotros vencer este virus y aprender de verdad, que estábamos equivocados , tal vez mañana podremos volver a la Luna, tal vez a Marte, pero la realidad es que hoy nos está matando una gripa severa y ni los lingotes de oro que muchos tienen guardados, ni el último mercedes o el último iPhone servirá para controlarlo; ayúdate y ayúdanos a todos a vencer el coronavirus , ninguna de nuestras religiones servirá de nada si no estamos dispuestos a ser mejores seres humanos.