Como si de una premonición se tratara, en tiempos de cólera como nuestro Nobel de literatura lo hubiese llamado, es de supedito menester dejar de pensar que los directivos de nuestro querido fútbol colombiano junto con los de un famoso canal son sin lugar a dudas la versión moderna de Nostradamus.
Desde el año pasado, justo cuando lo que posteriormente se conocería como coronavirus (COVID-19) recién estallaba en China, unos altos directivos del fútbol colombiano lograban un acuerdo con inversionistas del mundo de los medios con el objetivo de retransmitir en directo todos los partidos que armonizan el rentado local. Esto a cambio de lo que para ellos significaba una irrisoria cantidad de dinero (COP 29.900/mes) en comparación con la “calidad” del espectáculo al que se accedía.
Todo esto y más logró que una afición álgida de una verdadera gala de buen fútbol —como si de una obra teatral se tratara—, ayudada por el inminente impacto de las redes sociales en la contemporaneidad, diera al traste la idea de aquellos encorbatados arrogantes, cuyo plan de mercadeo se puede traducir en un sucinto pague por ver.
Así pues, la iniciativa de los empresarios, en un país donde un sueldo mínimo tristemente alcanza para sobrevivir, produjo una reacción contraria, la cual se vio plasmada en el eficaz hashtag #Lopagarásumadre (retórica a las progenitoras de aquel que se atreva a comprarlo), el cual logró posicionarse en las redes como trending topic (connotación utilizada para referirse a los hashtag más utilizados durante cierto tiempo).
No obstante, como si de un examen se tratara, no hay ni habrá nada más certero que el tiempo para demostrar quién estaba realmente en lo cierto. Las cifras y, lo que es más fuerte aún, el voz a voz, tratan de dar a luz un nuevo fracaso. La estrategia, que actualmente se encuentra con ventilación mecánica, de no tratarse a tiempo desencadenará un divorcio total entre la afición y su equipo del alma. Ahora te escucho, ¿estás dispuesto a pagar o te unes a la tendencia?