Al llegar a Bogotá, y mientras otros aparentes ciclistas lo paraban para engañarlo con supuestas ayudas de agencias de viajes, otras personas le robaban su tan apreciada forma de vivir. Los hechos ocurrieron en la calle 142 con carrera 19, en la localidad de Usaquén.
“Siento mucho cariño por mi bicicleta porque compartimos muchos recuerdos, nieve, lluvia, desierto, mar, todo eso y me duele mucho que me la hayan robado”.
Parece un mal chiste, pero es verdad. Este tipo, que lleva más de 6 años recorriendo el mundo en su bicicleta y es un héroe para muchos ciclistas como yo, fue robado. Todos los días sufrimos las amenazas de los ladrones que se antojan de nuestras bicicletas. Son nuestro medio de transporte, nuestra pasión, nuestro sudor y nuestro sueldo invertido en algo que tanto queremos, pero llegan estos tipos y le acaban la vida a uno en menos de 5 minutos.
¡Indignante!