Era la hora del fiscal. Desde que comenzó el debate de control político citado por el senador Jorge Enrique Robledo, Angélica Lozano y Gustavo Petro, la gran expectativa se había concentrado en saber si iba a llegar o no. Pero Martínez estaba preparado, y había preferido no escuchar directamente a los dos senadores, por eso su entrada al capitolio fue calculada con precisión. Sabía que no podía pasar de agache esta vez, y tampoco podía dejar que la ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez, quien también fue citada como representante del gobierno, pusiera el pecho ante los ataques.
El primero en tomar la palabra fue Jorge Enrique Robledo, quien durante casi una hora recordó cronológicamente los caminos que ha transitado Néstor Humberto Martínez desde 2010 entre la vida pública y su trabajo como uno de los abogados más prestigiosos de este país. Un contrato de estabilidad jurídica, un concepto jurídico, otro contrato de estabilidad jurídica y la redacción de un contrato en el que se pagaron 33.000 millones de pesos para pactar silencio y hacer las pases entre el Grupo Aval y Odebrecht fueron recordados uno a uno por Robledo. Aunque el senador quiso ser insistente en el tema, dando a conocer un derecho de petición que Martínez le envió al superintendente de sociedades Francisco Reyes indagando sobre los controles y vigilancias que se le estaba haciendo al Grupo Aval por su participación en la Ruta del Sol, su intervención, organizada y coherente, no revelaba nada nuevo. incluso, fueron varios los senadores, entre ellos Álvaro Uribe, los que lucharon contra el sueño y el bostezo durante la ponencia. La discusión en la que se enfrascó el senador del Polo está registrada en los medios de comunicación y ha sido motivo de cientos de columnas de opinión, pero no han logrado mitigar el poder del fiscal Martínez.
En vez de defenderse, Martínez comenzó atacando. Con papeles en mano, empezó a cuestionar cada uno de los argumentos expuestos en la plenaria del Senado. Resultados de investigaciones, nuevas grabaciones de Jorge Enrique Pizano, nombres y cifras fueron el sustento del fiscal que arremetió con fuerza. Pero por delante siempre iba una risa, un comentario irónico y ácido, o un enérgico e histérico señalamiento. "Usted es un mentiroso, senador Robledo", repitió varias veces el fiscal, quien en medio de sus argumentos no perdió la oportunidad de atacar la figura del senador del Polo, a quien incluso le recordó su relación con Samuel Moreno. "Me da gusto verlo otra vez cerca de Petro, la última vez que los vi así fue en una foto alzando las manos junto a Samuel Moreno en la campaña a la Alcaldía".
Gustavo Petro sabía que se le venía un poderoso ataque en contra. Antes de comenzar su intervención, advirtió del video que dejó a todos los asistentes al Congreso con la boca abierta. "Este debate me costará mucho... hasta compraron un video donde recibo un préstamo del famoso arquitecto y amigo Simón Vélez". Durante una hora, Petro recordó las investigaciones del Caso Odebrecht que se llevan en Colombia y denunció la inoperancia de la Fiscalía para esclarecer lo sucedido, según el líder de la Colombia Humana, porque el fiscal Martínez no se va a investigar a sí mismo. En una exposición densa y sin un norte claro, Petro también aprovechó para denunciar a Álex Char en Barranquilla, pues habría recibido dinero de Odebrecht que terminó en la adjudicación de un contrato a Inversiones Torrosa, de Javier Torres, para canalizar el arroyo más grande de la ciudad. Mientras algunos miraban confundidos a Petro por lo que estaba diciendo, hasta el senador Arturo Char lo estaba mirando con recelo desde la última fila rodeado de su bancada de Cambio Radical, el senador barranquillero José David Name dejó ver en su rostro la certeza de lo que estaba diciendo Petro. Incluso susurró con varios compañeros asegurando que lo dicho en ese momento era cierto.
En medio de los murmullos y el desorden después de tres horas de debate, Angélica Lozano logró exponer, no sin hacer varios reclamos a los hombres de la sala que no querían escucharla, los impedimento del fiscal Martínez ante el caso Odebrecht. Pero su intervención lo que más resaltó fue las contradicciones en las que han caído varias veces quienes hoy piden se respete el poder judicial porque confían plenamente en él pero hace un año les parecía inconcebible que no existiera una comisión internacional para investigar con independencia el caso Odebrecht. Y es que en la bancada del Centro Democrático cayó bien el video que mostró la senadora de los verdes en el la hoy vicepresidenta Marta Lucía Ramírez le pide al entonces presidente Santos permita que entre un organismo igual al que existe en Guatemala para esclarecer los dinero de Odebrecht que entraron a las campañas de Santos.
Mientras Angélica Lozano recordaba insistentemente los resultados que han tenido las investigaciones en otros países, el fiscal Néstor Humberto Martínez entró al Congreso saludando con mucho entusiasmo al senador Roy Barreras, a David Name y uno que otro personaje que se le acercó para extenderle la mano. Martínez se sentó junto a la ministra del Interior Nancy Patricia Gutiérrez, quien también había sido citada como representante del Gobierno. Su intervención, más que un aporte, fue un saludo a la bandera, lavándose las manos ante los fuegos entre los que se encuentra Martínez, y se enfocó en recordar la lucha contra la corrupción que ha adelantado el presidente Iván Duque desde que asumió en el cargo pero también en su papel como senador del Centro Democrático.
El fiscal Martínez había advertido en varias entrevistas que había un conspirador detrás de las grabaciones reveladas por *Noticias Uno*. Y llegó al debate con sus propias grabaciones de Jorge Enrique Pizano tomadas en enero de 2018. Inaudibles en el Congreso, Martínez se limitó a leer las palabras de quien señaló varias veces de ser su amigo. "Lo que queda claro es que Pizano no sabía de los delitos que se cometieron, como lo dice en esta grabación". Muchos en el recinto se preguntaron de dónde las había sacado, aunque Martínez hizo caso omiso. Pero sí mostró una declaración juramentada de Pizano que fue tomada en la Fiscalía en julio del año pasado.
Martínez dejó claro que no piensa renunciar, y cuestionó las grabaciones y el trabajo periodístico de Noticias Uno, a quienes señaló de manipular los audios y hacer compromisos oscuros, algo que no cayó bien en la audiencia. Pero Martínez tenía guardada otra carta, y era el nombre del conspirador que había promovido la discusión y la polémica en los medios de comunicación. Ya en un tono bastante molesto Martínez acusó directamente a Luis Fernando Andrade, de quien tuvo una grabación hablando con Luis Alberto Moreno, presidente del Banco de Desarrollo Interamericano, quien le dice a Andrade que, además de sortear su proceso en los estrados judiciales, vaya a los medios de comunicación para dar la pelea mediáticamente. Para Martínez, esa frase compromete a Andrade como el genio que levantó este escándalo desde su casa, en donde está detenido mientras se investiga su posible responsabilidad en el caso Odebrecht.
Aunque al principio el señalamiento de Martínez generó mucha suspicacia porque otra vez era una grabación casi inaudible, el fiscal mostró su poder de investigador cuando le recordó a Petro que él había estado en la casa de Andrade preparando el debate. "Todos los vecinos del barrio rosales supieron que usted (Petro) estuvo reunido con Andrade". Aunque el senador de la Colombia Humana respondió con una sonrisa en el rostro, sus compañeros de bancada y debate no pensaron lo mismo, y lanzaron la pregunta al aire: ¿Nos está siguiendo, señor fiscal?
El rifirrafe entre Martínez y Robledo se fue calentando hasta el punto en que ninguno de los dos bajó al otro de mentiroso, farsante y corrupto. Martínez histérico, dijo que había ido a defender su honor ante los ataques de Robledo, a quien señaló de estar obsesionado con él, impulsado por intereses netamente políticos.
El fiscal, que llegó con un manto de duda sobre su nombre, salió respaldado por la mayoría de los senadores. Cambio Radical y el Centro Democrático lanzaron su voz de respaldo a Martínez. Pero cuando se quería que el debate estaba terminando, Paloma Valencia lanzó advertido video del que habló Petro al comienzo de su intervención.
#Plenaria | El video que muestra que el tal pedestal moral en el que los promotores del socialismo del siglo XXI y del populismo quieren colocarse, incendiando a todos los demas porque ninguno sirve que no sean ellos. pic.twitter.com/q0eg6OiA7r
— Senadora Paloma Valencia (@PalomaSenadora) 28 de noviembre de 2018
La sala se desordenó, e incluso el fiscal, sentado en primera fila viendo las pantallas, giró su silla hacia el senador que lo tenía dos filas detrás de él y lo miró desconcertado, sabiendo que estaba presenciando algo que nadie se esperaba. Sin embargo, Petro se mantuvo inmutable y fue respaldo por sus aliados.
Lo demás es un chiste. La intervención de Zabaraín, desencajada y fuera de contexto, rompió la atmósfera de enfrentamiento político que había en la sala. Los voceros de los partidos se tomaron la palabra y Petro se fue hasta el puesto del presidente del Senado, que en ese momento era Eduardo Pulgar en reemplazo de Ernesto Macías, reclamándole aireadamente por no darle la palabra para responder por el video que proyectó Paloma Valencia. Y mientras Iván Cepeda terminaba su intervención, la bancada de oposición le pupitreó insistentemente a Pulgar para que respetara la palabra. A las 11:45 p.m. Eduardo Pulgar levantó la sesión y se fue furioso en medio de los gritos, no aguantó la presión de las bancadas que estaban ansiosas por dar su opinión en el debate, del que el fiscal Martínez salió más firme en su puesto a como estaba siete horas antes cuando apenas empezaba el enfrentamiento.